Buenos Aires
DPA
Boca Juniors y River Plate protagonizarán mañana una nueva edición del «superclásico» del fútbol argentino, en el que está en juego como siempre el honor entre los dos históricos rivales pero también puntos clave en esta fase inicial de la Superliga.
«Cualquiera de los dos que gane o pierda mañana, no tendrá consecuencias en lo que pase en el futuro», señaló el técnico de Boca, Guillermo Barros Schelotto, al intentar mitigar la presión por el choque que mantiene en vilo al fútbol local.
El bicampeón argentino necesita los tres puntos para escalar a la cima junto al líder Racing, que llega a la sexta fecha al tope de la tabla con 13 unidades, mientras que River, con siete, está urgido por sumar para entrar en el pelotón de arriba.
Boca intentará aprovechar la ventaja de jugar de local ante su público en el estadio «La Bombonera», aunque llega al clásico golpeado por la lesión de su nuevo arquero Esteban Andrada. El portero, que en poco más de un mes le devolvió la seguridad al arco «xeneize», sufrió una fractura de maxilar el miércoles en el triunfo sobre Cruzeiro por los cuartos de final de la Copa Libertadores y debió ser operado.
Barros Schelotto decidió que en su lugar ataje Agustín Rossi, quien había quedado relegado tras la llegada de Andrada y tendrá un duelo personal con Franco Armani, el arquero de River que asombra en cada partido pero que tendrá una prueba de fuego frente a Boca.
«Rossi está bien y tiene toda nuestra confianza», aseguró el entrenador, que tampoco contará mañana con Lucas Olaza en el lateral izquierdo por una molestia. Edwin Cardona está además en duda por un esguince de tobillo.
Así, Boca formaría con Rossi; Leonardo Jara, Carlos Izquierdoz, Lisandro Magallán, Emmanuel Mas; Nahitán Nández, Wilmar Barrios, Agustín Almendra (o Pablo Pérez); Cristian Pavón, Mauro Zárate y Carlos Tevez.
El entrenador de River, Marcelo Gallardo, alinearía mañana a Armani; Gonzalo Montiel, Jonatan Maidana, Javier Pinola, Milton Casco; Enzo Pérez, Leonardo Ponzio, Exequiel Palacios; Gonzalo Martínez; Rafael Santos Borré y Lucas Pratto.
«Ganarles allá, en su cancha, siempre es un aliciente. El equipo sabe cómo asumir este tipo de compromisos». Los «millonarios» llegan a la cita con un invicto de 28 partidos desde el 24 de febrero, con 17 triunfos y 11 empates.
«Un clásico es algo hermoso para jugar y tratamos de brindarles tranquilidad a los futbolistas. Boca es uno de los mejores equipos del fútbol argentino. Juega bien y por algo fue el campeón de las últimas dos ligas. Desde ese lugar hay que tenerle respeto», expresó Gallardo.
El «superclásico» se jugará mañana a las 17:45 horas (20:45 GMT) en la «Bombonera» del barrio porteño de La Boca, con un operativo especial de seguridad que incluirá más de 1 mil 200 efectivos de la policía y de empresas privadas, pese a que sólo asistirán al partido los hinchas locales.
Boca y River se midieron 89 veces por partidos de primera división del fútbol argentino en el estadio «xeneize», con una amplia ventaja para los locales aunque el último triunfo fue de los «millonarios», en mayo de 2017, por 3-1.
En el historial global, ambos equipos chocaron en 246 oportunidades, con 134 triunfos de Boca, 121 de River y 115 empates.