Dra. Ana Cristina Morales Modenesi
El 15 de septiembre más que una fiesta de marchas, antorchas, canciones, cohetes, poemas encaminados al reconocimiento del orgullo de pertenecer a Guatemala entre otros gestos de exhibición de un aparente fervor cívico. Considero que debiese ser más un momento de reflexión acerca de: ¿Qué es la patria?
¿Cómo se encuentra? ¿Qué necesita? ¿Qué significa patriotismo?
Todo lo anterior necesita la utilización de la práctica de un pensamiento crítico, de lo cual pueden devenir situaciones que para algunos resulten peligrosas. Mejor mantener la idea de marchas que satisfacen necesidades recreativas para el pueblo que en la mayoría de ocasiones se comporta indiferente ante la impotencia vivida en la cotidianidad y con este ilusorio de patria y patriotismo se reconforta.
Qué bueno sería que en esta ocasión en lugar de hacer galas infructuosas, los niños, jóvenes y adultos tuviesen espacios de inquietud y reflexión.
Hacer patria es preocuparse por el bienestar del pueblo y no solo predicarlo, vivir de un trabajo honrado y no a costa de sacrificar a los que no saben o no tienen manera de defender sus derechos de quienes abusan de ellos. Es regirse por un orden moral en donde el respeto a la vida, a la salud y a la educación encuentre su cauce. Hacer patria es alejar el hambre y procurar una existencia exenta de violencia.
Para lo cual se hace necesario el fortalecimiento de conductas íntegras de gobernantes y pobladores. A mi manera de ver, la patria debería de tener como concepto más profundo el respeto a la vida y la calidad de vida de un pueblo, que límites territoriales en el cual este se encuentra ubicado.
Hacer patria es el encontrar un camino moral y correcto entre las personas que habitan un país. Es no vender o sacrificar a nadie para comprar un mejor presente y futuro propio. Sentir un legítimo orgullo de pertenencia debido al crecimiento de manifestaciones honestas y congruentes en procederes cotidianos.
En el hacer de la patria se necesita la confluencia de voluntades de todos los ciudadanos de una nación con el fin de fortalecer políticas y acciones encaminadas al bienestar general de la población. Sin el ejercicio de ninguna discriminación y con la obtención de calidad y calidez de vida para cada quien.
Guatemala necesita el respeto de leyes que protejan a cada persona que la habita, el cumplimiento de estas, y la no manipulación de estas a favor de unos cuantos. Requiere de gobiernos honestos e íntegros en los cuales quienes ejerzan sus mandatos no traten de enriquecerse de manera ilícita y otorguen actos de fe y esperanza en la construcción de un mejor mundo para quienes la desesperanza invade sus existencias.
Necesita de diálogos entre los gobernantes y el pueblo que se realicen de manera inteligente, congruente y no solamente discursos demagógicos, e iniciativas para dar soluciones a los graves problemas que enfrenta su población y la no tergiversación en la simple exposición de cualquier problema.