Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es
“Aprender a reinar es fácil, a gobernar, difícil.”
Von Goethe
En los actuales momentos, queda demostrado, que como país nos encontramos con un sistema político en pañales, porque no contamos con partidos políticos estable y nula dirigencia política para llegar a acuerdos.
Ante una frecuente inestabilidad política, de lo que más carecemos es de verdaderos líderes, personas que expresen el sentir popular, y lo traduzcan en acciones, derivado de la falta de dirigentes, viene la falta de acciones puntuales, y como resultado, nos encontramos ante una difuminación de los objetivos, porque se anteponen intereses y agendas personales, que se convierten en una limitante del desarrollo democrático, y como consecuencia de esa enorme falencia, nos enfrentamos al subdesarrollo en todos los sentidos, semejando un enorme averno.
En la mayoría de las sociedades se viven momentos de crisis, mismas que son aprovechadas para crear las condiciones del cambio social hacia nuevas formas de convivencia, acá no sucede lo mismo, acá las crisis con diferencia del 2015, en el que el pueblo llano, en forma pacífica voluntaria y espontáneamente salió a las calles y puso un hasta aquí, a una era deplorablemente corrupta, después de esa gesta que nos colocó ante los ojos del mundo como un ejemplo a seguir, no se ha concretado nada.
A mi entender existen factores que no permiten avanzar hacia una evolución democrática, uno de ellos es la falta palpable de liderazgos, así como una nula agenda social, aunado a ello la gran cantidad de intereses personalísimos, que nos llevan constantemente hacia una involución en todos los aspectos, en los que un país puede desarrollarse.
Nos encontramos, como país con un Presidente que llegó al poder por un golpe de suerte, quien gracias al antivoto, solamente necesitó de un discurso simplista de ‘Ni corrupto ni ladrón’ sumado a un incipiente movimiento en las redes sociales, así como al beneplácito de un alto porcentaje de los medios de comunicación tradicionales, sin proponérselo, sin equipo preparado, y sin agenda política llega al poder, pero al abrir los ojos se da cuenta que no solamente carece del colmillo político, sino que se encuentra condicionado a quienes le llevaron al gobierno, el resultado lo tenemos a la vista.
En el Congreso, no solamente no existe liderazgo, priva también un gran desconocimiento de que es la función legislativa, no es necesario ser docto en nada, para ser diputado, el sistema es muy permisivo, basta con saber escribir y leer, sumado a tener dinero para comprar la casilla así se llega a ser diputado, si, la oferta así se presenta, pero ¿Y la demanda? ¿Sabemos contratar a los diputados? Probado está que no, porque no investigamos quienes están en cada listado, no sabemos por quién votamos, el voto para el Congreso es un voto a ciegas, probablemente conocemos un rostro, y por eso se eligen a 19 representantes, por un solo rostro que el votante conoce, por ese voto llega a ser diputado cualquier persona, picara o no, inepta o no, honrada o no, pero que representa a la población, en nombre de la sociedad eligen a Magistrados de Salas, Magistrados de la CSJ, dos de la CC, y otros muchos cargos más.
Resultado: Cada vez más decepción, porque no elegimos bien, el sistema se encuentra diseñado para esos resultados en el que se vende y se compra el voto, aunado a ello, la falta de liderazgo, y la anulación de los líderes que puedan surgir, mientras exista una masa impulsiva y una oligarquía basada en el supremo, no podremos salir adelante, pensemos bien si alguien merece nuestro voto, para no repetir la historia dentro de cuatro años y así sucesivamente principiemos a dejar los pañales.