Sandra Xinico Batz
sxinicobatz@gmail.com
Mientras que sigamos pensando que cada cuatro años “elegimos” presidente y que la política se trata de “buenas” intenciones, seguiremos sosteniendo esta estructura política parasitaria que no sólo vive bien y cómodamente, sino que parece empeñarse en mantener todo mal, muy mal. No podemos seguir “equivocándonos” como una justificación al resultado de que somos sumamente manipulables y que en efecto pesa lo mediático (racista, clasista, machista…) al momento de votar, decidir, emitir opinión, o siquiera tener una opinión propia.
Parece ficción pensar que todo esto está planeado así, para reajustarse el sistema y seguir controlando todo. Jimmy Morales es un títere y no tendríamos que ser expertos analistas de política nacional para saberlo o identificarlo como tal. Que lo simbólico está buscando infundir el miedo porque los militares nunca se fueron y allí han estado, a la par de Morales, pero no por Morales en sí mismo sino por quienes le pagan y le han de pagar muy bien como para que esté dispuesto a figurar como uno de los peores Presidentes de la historia de Guatemala.
¿Nos han hecho incapaces de dilucidar entre lo real y lo manipulado? ¿Cómo nos defendemos quienes no tenemos lo mediático a nuestro favor?
Perece que nos formamos en esto, que cargamos una camisa de fuerza mental que se aprieta con más fuerza mientras crecemos. Nos ha calado la historia de represión y violencia. Con autoritarismo se busca mantener todo como está, con amenaza se tergiversa y todo esto es necesario para mantener el status quo. Uno de sus efectos es pensar que esto tiene que ver sólo con gobierno y Estado y omitimos la relación entre lo institucional y lo ideológico, la iniciativa de ley 5272 es un ejemplo de esto, de poner la vida en función de la moral.
El discurso emitido ayer por el Presidente es la muestra de cómo todo está interconectado porque es ideológico, de lo contrario nada tendría que ver el hablar sobre la familia en un contexto como este, en el que en nombre de Dios se fomenta el odio. En nombre de la fe se cierra toda posibilidad de debatir o dialogar. Las iglesias están convocando a una marcha mañana domingo en nombre de la vida, vida que cuando les ha convenido han matado y por esto es importante influenciar la opinión pública porque así la historia no tendrá valor y nadie recordará las catacumbas en La Antigua cuyas paredes están decoradas con los fetos (que en este caso si lo eran) extraídos de los vientres de las monjas embarazadas por sacerdotes.
Represión en la política, represión en nuestros cuerpos, represión en nuestras mentes, a esto apunta este sistema controlado por la hipocresía y la doble moral que asesina en nombre del bien, del desarrollo, de las buenas costumbres y se encarga de que no lo veamos así. ¿Esta es nuestra idea de razonamiento? ¿A cuántas generaciones más condenaremos a la ignorancia y el control de sus cuerpos y mentes para el sometimiento?