Roberto Arias
En escrito anterior resumimos que las contradicciones del pensamiento humano en la era moderna deben resolverse políticamente, en la virtud de que política es también el arte de conciliar intereses dialogando… razonando las diferentes líneas de pensamiento y reduciendo ese razonamiento a normas o conceptos racionales, que es la forma de racionalizar los métodos del uso moral y equitativo de la Tierra y sus productos.
La otra forma –mucho más antigua– de resolver las contradicciones es por medio de la fuerza bruta, la coacción y dominación por medio del poder y del dinero, el engaño, las guerras y la eterna corrupción en general.
Desgraciadamente hemos podido observar a través del paso del tiempo que en Guatemala, nuestro país, las contradicciones se han resuelto y se siguen resolviendo de la segunda forma, es decir… no se resuelven. El poder y el dinero, protegidos por las principales fuerzas de seguridad, se han enquistado para mantener avasallado a un pueblo paupérrimo que cada vez empobrece más, contradiciendo el término anterior, aunque parezca esto imposible.
La razón y el raciocinio han quedado por un lado, mientras estructuras de políticos inmorales, monopolios, bancos y delincuentes de toda laya, permanecen sustrayendo las riquezas naturales, monetarias y financieras del país, quebrantando y pisoteando las leyes a su sabor y antojo, con la anuencia de autoridades nacionales e internacionales, quienes muestran únicamente una cara de la moneda para mantener de esa forma, engañada a toda la población.
A raíz de todos estos abusos contra las naciones, especialmente las naciones a las que no les han permitido desarrollarse en los diferentes continentes del planeta, surgieron mujeres y hombres con plena conciencia social integral y se unieron y… se organizaron con la finalidad de defender sus tierras, su salud y sus familias, del daño profundo que les causan los abusadores del poder y del dinero, explotando la tierra a fuerza de sangre y bala en lugar de buscar un diálogo (políticamente) para demostrar conversando, la razón de la necesidad de la extracción de materia prima, concatenada a la obligada protección a las comunidades aledañas a sus puntos de operación, facilitándoles el desarrollo verdadero.
Antes y durante la explotación debe haber una comunicación fluida para con los habitantes del área a quienes se les quita, se les arruina y envenena la tierra y su recurso hídrico. Pero a los sembradores de miles de hectáreas de monocultivo y a los que hacen minería, la comunicación eficaz y eficiente con los habitantes originarios no es relevante, debido a la falta de respeto, discriminación, desprecio y prepotencia contra ellos, avalada por las autoridades nacionales e internacionales quienes ni siquiera mencionan estos casos, los que deberían ser ampliamente divulgados para conocimiento de fondo de todos los guatemaltecos.
Un gobernante sin conciencia social para defender y asistir los intereses del país y de la sociedad en general no debe ser electo. ¿Qué propuestas habrá?