Guatemala se encuentra entre los países más afectados por el cambio climático (huracanes, tormentas, sequías), el cual no solo tiene un impacto en las poblaciones más vulnerables sino en la economía de un país. Según datos de la CEPAL, durante las últimas cuatro décadas, estos fenómenos han generado pérdidas por unos US$3 mil 600 millones. Para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la vulnerabilidad a este fenómeno climático tiene su raíz en problemas estructurales, desde falta de planificación y ordenamiento territorial, pobreza y desigualdad y corrupción.

Por Alfonso Mata

La Hora: ¿Qué es el cambio climático, cuáles han sido ya sus efectos en Guatemala?
BID: Es una alteración en el clima que tiene un período prolongado de duración, hablamos de décadas o siglos, a diferencia de la “variabilidad climática”, la cual se refiere a cambios de corto plazo (diario, mensual, anual). Este puede ser de origen natural o provocado por el hombre; de hecho, el planeta ha enfrentado varios procesos de cambios drásticos en el clima a lo largo de su historia, provocados por diversos procesos naturales como por ejemplo erupciones volcánicas, choques de meteoritos, etc. El cambio climático se manifiesta como cambios en la temperatura, precipitación, humedad, etc.

La Hora: ¿Cuáles son los factores ambientales que afectan el cambio climático y las principales medidas para controlarlos?
BID: Actualmente hay un fuerte consenso científico que el cambio climático que está experimentando el planeta tiene su origen principal en las actividades humanas, especialmente las vinculadas al consumo de energía no renovable (petróleo, etc.), la deforestación, agricultura, el transporte, la industria, etc., debido a las emisiones que éstas generan a la atmósfera, y que se conocen como gases de efecto de invernadero (CO2 y Metano entre los principales. Los niveles de estos gases en la atmósfera prácticamente se han duplicado durante los últimos 150 años, generando una capa que dificulta el intercambio de calor de la tierra (similar a un invernadero), lo cual genera el incremento de la temperatura. Por lo tanto, las acciones para mitigar el cambio climático se orientan a reducir estas emisiones, a unos niveles que permitan que la temperatura de la tierra no siga incrementándose, las cuales pueden variar entre regiones y entre países. Por ejemplo, en el caso de Guatemala, las acciones principales deben orientarse a reducir la deforestación, el consumo no sostenible de leña, la eficiencia energética en el consumo de electricidad, el uso de combustibles de fuentes renovables, etc.

La Hora: ¿Cuáles son los factores sociales qué afectan el cambio climático y las principales medidas para controlarlos?
BID: Es importante tomar conciencia que como persona individual tengo una responsabilidad en las emisiones, ya sea de forma directa o indirecta; por ejemplo, si tengo vehículo que funciona con gasolina o diésel, puedo generar de 4 a 5 toneladas de CO2 al año, o si consumo productos que para producirlos deforestan bosques (productos como jabones, pastas, shampoo, aceites de cocina, etc. que usan como insumo aceite de palma africana de fuentes no sostenibles), carne de res o de pollo alimentados con concentrados a base de soya, etc. Por lo tanto mis acciones también pueden contribuir a incrementar o reducir las emisiones que causan el cambio climático.

La Hora: ¿Cuál ha sido el impacto económico del cambio climático en la región, en Guatemala? ¿Aumentará ese impacto en relación a otras regiones del mundo?
BID: Como mencionamos anteriormente, el cambio climático se traduce en alternaciones en el clima, por ejemplo, temperaturas más altas, reducción o exceso de lluvia, tormentas o huracanes de mayor intensidad, etc. Todavía existe una discusión sobre si ya se están sintiendo los efectos del cambio climático o si se va a comenzar a experimentar en los próximos años, sin embargo, más allá de esa discusión, tanto Guatemala como Centroamérica en general, han sido históricamente fuertemente impactados por fenómenos hidrometereológicos extremos (huracanes, tormentas, sequías) y es una de las regiones más vulnerables a variabilidad y cambio climático. Todos los países de la región, exceptuando Costa Rica, siempre aparecen entre los países con mayores niveles de vulnerabilidad.

La Hora: ¿Por qué es importante el control del cambio climático para la economía nacional?
BID: Según datos de la CEPAL, durante las últimas cuatro décadas, estos fenómenos han generado pérdidas por unos US$3 mil 600 millones, y los sectores más impactados han sido la agricultura e infraestructura. El cambio climático proyecta que estos fenómenos van a ser más frecuentes y más acentuados, por lo que los impactos se espera que van a ser mucho mayores. Esto tiene un costo elevado de forma directa e indirecta sobre la economía nacional, no solo por las pérdidas que genera, sino que limita las capacidades de inversión de los países. Los recursos limitados que podrían utilizar para educación, salud, carreteras, etc., los tienen que utilizar para estar reponiendo las pérdidas ocasionadas por estos fenómenos. Por otro lado, hay impactos sociales en la salud y seguridad alimentaria, como lo vemos recurrentemente en el corredor seco, donde actualmente casi todos los años estamos viendo la crisis alimentaria que se genera por la ampliación de la canícula. Por lo tanto, este fenómeno tiene un efecto directo sobre el crecimiento y desarrollo del país.

La Hora: ¿Qué no se ha hecho políticamente para controlarlo por los gobiernos?
BID: La vulnerabilidad al cambio climático tiene su raíz en problemas estructurales, desde falta de planificación y ordenamiento territorial, pobreza y desigualdad, corrupción, etc. Sobre el fenómeno tenemos menos control, porque es algo que ya nos alcanzó y lo único que esperamos es ver que tan intenso va a ser. Se especula que si hoy detuviéramos la totalidad de las emisiones que están provocando el cambio climático, su efecto en el calentamiento global podría durar uno o dos siglos; lo que sí podemos hacer es prepararnos para enfrentar mejor el mismo, y eso pasa por atender los problemas estructurales antes mencionados. Aquellos países con políticas que permiten generar mejor capacidad de respuesta ante el cambio climático tendrán menos impactos; acciones como garantizar la cobertura forestal para la producción de agua, ordenamiento territorial para evitar el crecimiento urbano desordenado y la ocupación de áreas que sabemos van a ser susceptibles a inundaciones o deslaves, la construcción de infraestructura (carreteras, puentes, etc.) que sean lo suficientemente resistentes para situaciones de incremento de las lluvias por arriba de lo que hemos experimentado hasta hoy, el desarrollo de una agricultura que responda de mejor forma ante las sequías, etc. Hasta ahora, son temas que el país todavía tiene que atender de una forma adecuada, y que de no hacerlo lo exponen a mayores impactos por el cambio climático.

La Hora: ¿Cómo afecta y afectará el cambio climático al desarrollo social, quiénes son los más afectados?
BID: Como ha ocurrido hasta ahora con relación a fenómenos climáticos, los principales afectados por el cambio climático son los más pobres. Aquellos que se ven obligados a ocupar zonas marginales y susceptibles a deslaves, los que ocupan tierras más susceptibles a sequías, con menos acceso a instrumentos financieros que les permitan cubrir los riesgos climáticos, etc. El cambio climático tendrá mayores impactos en estas poblaciones, sino se generan soluciones ante esta problemática.

La Hora: ¿Qué medidas mundiales y nacionales se han tomado al respecto, para disminuir y amortiguar el cambio climático?
BID: Hay algunas acciones globales que se están promoviendo para reducir la intensidad del cambio climático, no se busca evitarlo, porque difícilmente vamos a detenerlo, lo que se busca es como éste puede ser menos intenso en términos del incremento de la temperatura. Actualmente se estima que la temperatura promedio global ha subido alrededor de 1 grado centígrado con relación a la que se tenía antes de la era industrial (alrededor de 1850), período que se usa como referencia para medir el cambio en el clima, y que coincide con el inicio del incremento de las emisiones de gases de invernadero, cuando se comenzó a consumir petróleo. La comunidad mundial busca que el incremento de la temperatura no sea mayor de 1.5 a 2 grados centígrados, aunque se sabe que con los niveles actuales de emisiones, el incremento podría llegar hasta los 4 o 6 grados. Las acciones se enfocan principalmente en reducir el consumo de energía fósil (petróleo principalmente) y sustituirla por fuentes renovables (hídrica, eólica, solar, etc.), mejorar la eficiencia energética, reducir la deforestación (especialmente en Latinoamérica), entre otras. A nivel nacional, aunque Guatemala no es un país con altas emisiones, está promoviendo acciones para reducir éstas en sectores como el forestal a través de reducir la deforestación y recuperar la cobertura forestal, en el de energía para el uso eficiente de leña (que es la fuente principal de consumo de energía primaria en el país), así mismo, en el sector privado hay acciones importantes en el sector azucarero, y se están generando discusiones en el sector de ganadería.

La Hora: ¿Por qué es importante el cambio climático para el Banco, su posición ante el problema?
BID: El cambio climático tiene un impacto fuerte en el desarrollo de los países, limitando éste por las pérdidas que genera. Latinoamérica es una de las regiones más vulnerables al cambio climático, y por lo tanto el BID está incorporando este tema en todo su quehacer, desde políticas y estrategias, operaciones, generación de conocimiento, etc. Recientemente el banco se ha comprometido a destinar al menos el 30% de su financiamiento a cambio climático, lo cual lo está haciendo a través de sus operaciones en diferentes sectores como energía, transporte, agricultura, educación, salud, etc., bajo un enfoque transversal, esto representa una inversión de unos US$4 mil millones anuales. Adicionalmente, el BID apoya a los países a internalizar este tema dentro de sus políticas e institucionalidad, por ejemplo en Guatemala, ha apoyado en el desarrollo de la Ley Marco de Cambio Climático, la Política de Cambio Climático, el Plan de Acción Nacional de Cambio Climático, la Estrategia Nacional de Reducción de Deforestación, entre otros. Apoyamos también acciones a nivel de proyectos, casos como el que se ha realizado con el Ministerio de Finanzas Públicas para implementar medidas de eficiencia energética (Edificio Verde) que está representando un ahorro de unos US$500 mil anuales en consumo eléctrico, o un proyecto de adaptación climática en el corredor seco para responder de mejor forma a la sequía, son ejemplos de algunos de éstos y que buscan generar modelos que luego quedan replicados a una mayor escala. Durante los últimos 5 años el BID ha invertido US$46 millones en temas de cambio climático en Guatemala, y se tiene una cartera de aproximadamente US$50 millones en proyectos en preparación.

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