Por Jorge Aldea/dpa
En una prórroga que deparó menos suspenso del que anunciaba, el Atlético de Madrid venció hoy 4-2 al Real Madrid y celebró su primer título de la temporada conquistando la Supercopa de Europa en Tallin.
El partido terminó igualado 2-2 en tiempo reglamentario tras un doblete de Diego Costa (50′ y 78′) para los rojiblancos y tantos de Benzema (26′) y Sergio Ramos de penal (62′) para los madridistas.
Sin embargo, la contundencia del Atlético en la prórroga le dio el trofeo con dos tantos de Saúl Ñíguez (98′) y de Koke Resurrección (103′).
De esta forma, el equipo que dirige el argentino Diego Pablo Simeone mantiene su registro perfecto en la Supercopa de Europa al lograr su tercer título en tres finales, tras las de 2010 y 2012.
SE ROMPE LA MALDICIÓN
Los rojiblancos consiguieron romper la maldición ante su vecino y eterno rival en las competiciones europeas en una final trepidante que, como en anteriores ocasiones, precisó más de 90′ para resolver al ganador.
Por contra, fue un amargo estreno para el español Julen Lopetegui al frente del Real Madrid en partido oficial: los blancos no perdían una final internacional desde el año 2000, cuando el argentino Boca Juniors le superó en la Copa Intercontinental. Es el fin de una racha triunfal de trece finales internacionales consecutivas.
No se habían terminado de sentar todos los espectadores en el modesto estadio A. Le Coq cuando se abrió el marcador.
Apenas superados los 50 segundos de juego, Costa le ganó la posición a Sergio Ramos, evitó a Raphael Varane y cruzó la pelota desde una posición difícil, casi sin ángulo, para batir al arquero Keylor Navas.
La agobiante y constante presión rojiblanca en el inicio impidió que los blancos tardasen más de cinco minutos en hilar más de tres pases seguidos. Con el correr del reloj, los dirigidos por Lopetegui lograron despertar del shock inicial y comenzaron a incidir por las bandas rojiblancas.
Pasado el cuarto de hora de juego llegó la primera gran ocasión de empatar de los madridistas precisamente por esa vía, mediante un centro lateral de Marcelo que cruzó el área pequeña y que cerca estuvo de aprovechar Asensio de tacón y al que posteriormente no pudo llegar Benzema.
El delantero francés se desquitaría en su siguiente intento, empatando el duelo en otra acción que nació desde un costado. En este caso el derecho del ataque blanco, desde donde Bale levantó un centro que supo aprovechar Benzema para cabecear y superar a Jan Oblak.
Un par de minutos después Asensio, como todo su equipo motivado tras igualar, lo intentó con remate cruzado que rozó el palo izquierdo del arquero esloveno.
Según asomaba el descanso en el horizonte el ritmo fue decayendo, algo lógico en el primer partido oficial de la temporada, pero no así la tensión con la que se disputaba cada pelota. Al fin y al cabo, un derby madrileño siempre lo es, aunque se juegue tan lejos de la capital española.
LAS PIEZAS MOVIDAS
La segunda parte comenzó igualada y sin apenas ocasiones de peligro, por lo que tanto Simeone como Lopetegui no tardaron en mover piezas: el primero dando entrada al argentino Ángel Correa y el segundo al croata Luka Modric.
Justo después llegó la acción con la que el Real Madrid se puso por delante en el marcador. En una disputa de la pelota dentro del área con Benzema, el lateral Juanfran Torres tocó la pelota con la mano y el árbitro polaco Szymon Marciniak no dudó en señalar penal.
Una pena máxima que el capitán madridista Ramos convirtió engañando a Oblak con su remate.
La seguridad con la que el equipo blanco protegió el resultado los siguientes minutos se terminó cuando una grave pérdida de Marcelo tratando de salvar una pelota en la banda terminó en el segundo gol de Costa, que aprovechó un pase de Correa dentro del área para volver a empatar el encuentro.
Simeone, que siguió el partido desde la tribuna al seguir suspendido desde las semifinales de la Liga Europa, lo celebró con rabia.
ATLETICO SE LLEVA LA PRÓRROGA
El miedo en ambos conjuntos a recibir un tercer tanto tan cerca del final llevó inevitablemente el partido a la prórroga, algo que Marcelo pudo evitar con un intento fallido de volea en el último segundo del tiempo reglamentario.
El Real Madrid comenzó el tiempo extra acosando el área rojiblanca, pero volvió a pagar con gol un nuevo despiste defensivo. No logró despejar una pelota peligrosa y eso lo aprovechó Thomas Partey para robarla y levantar un centro a Saúl, que anotó el 3-2 con un espectacular remate de volea.
Con los blancos aturdidos por el tanto, el Atlético aprovechó para sentenciar la final. Koke hizo bueno un pase interior de Vitolo y batió a Navas con un disparo cruzado.