Juan Antonio Mazariegos G.
La reciente reunión celebrada en San Salvador, entre la exfiscal Thelma Aldana y su equipo, con partidos políticos en formación como el Movimiento Semilla o ya formados como Encuentro por Guatemala, en la cual, de conformidad con información proporcionada por los mismos participantes, se dio una primera reunión exploratoria para evaluar una plataforma común de cara a las próximas elecciones generales, puso sobre la mesa dentro de otros muchos temas, la discusión sobre el aprovechamiento o el uso indebido que la exfiscal pudo haber dado a su puesto al frente del Ministerio Público, en función de sus intereses políticos actuales.
En primera instancia cabe señalar que, salvo disposición legal en contrario, no existe impedimento o incompatibilidad que impida a un exfuncionario, exalcalde, exministro o exfiscal para que pueda optar a la Presidencia de la República si cumple con los requisitos establecidos, amén a que nuestra Constitución consagra, como un derecho fundamental, el que tenemos todos los guatemaltecos para elegir y ser electos.
Si lo que se pretende con esta discusión es cuestionar, no el derecho de la exfiscal a postularse, sino su actuar en su anterior puesto, alegando que actuó, condicionado su gestión al frente de la Fiscalía, para obtener protagonismo político, resulta importante e indispensable que en los casos concretos los interesados aporten prueba o inicien las acciones que se consideren pertinentes para determinar que la exfiscal efectivamente actuó de esa manera.
Se trate del caso de la exfiscal o de cualquier otro exfuncionario, la realidad de nuestro sistema político es que carecemos de partidos políticos fuertes y democráticos, contamos nada más con un conjunto de partidos hechos para la ocasión o que subsisten unas cuantas elecciones, conformados por los de la foto, sin que dentro de los mismos existan estructuras, ideología, planificación o carrera que permita que políticos compitan contra políticos en los procesos electorales, de manera tal que no tendremos una Ángela Merkel como candidata para las próximas elecciones, sino que apelaremos a cualquier persona que se encuentre en la mente (top of mind) de los potenciales votantes, sin analizar si esa presencia o imagen responde a las características o cualidades que debería tener una persona para el puesto para el que se postula.
El proceso electoral se avecina, por lo visto volveremos a las fotos de caudillos como en pasadas elecciones. No hay políticos de carrera y tampoco estoy seguro de que eso nos convenga, dada nuestra materia prima, así que tendremos que ver políticos que tienen una historia, de exfuncionarios, de exempresarios o de excandidatos, viendo ese escenario, desde una perspectiva positiva, ese “algo más” que han sido nuestros políticos representa la única oportunidad de conocer su historia y de anticipar su conducta y capacidad, no deje de analizarlo.