Por agencia/dpa
Washington

El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, acusó hoy a Estados Unidos de pretender una «injerencia» en el país centroamericano como en décadas pasadas.

«Nicaragua ya pasó en la década de los 80 por esto», dijo Moncada durante un consejo permanente extraordinario en la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington, donde estaba prevista la votación de un proyecto de resolución presentado por siete países, liderados por Estados Unidos.

Ese texto exhorta al Gobierno de Daniel Ortega a «que apoye un calendario electoral acordado conjuntamente en el contexto del proceso de Diálogo Nacional», una fórmula para pedir elecciones anticipadas.

«Parece que estamos volviendo a la época de golpes blandos», dijo Moncada.

Lo que está ocurriendo en Nicaragua es «un golpe de Estado» y una «ruptura del orden constitucional», manifestó el Canciller, y volvió a calificar las protestas contra el Gobierno de Ortega como «acciones terroristas de grupos internos y externos».

El consejo permanente extraordinario se celebra justo el día en el que se cumplen tres meses de protestas contra Ortega, con un número de muertos que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) cifra en 273 y organizaciones de dentro del país elevan a más de 300.

La reunión tiene además lugar un día después de la ofensiva de tropas paramilitares y policiales contra la ciudad de Masaya, erigida en símbolo de la resistencia a Ortega, y la cual desencadenó una amplia condena internacional, igual que el asedio del fin de semana a la Universidad Nacional Autónoma (UNAM), el último bastión de la resistencia estudiantil, por parte de grupos armados leales a Ortega.

El malestar con el ex guerrillero sandinista no es nuevo, sino que se remonta a mucho antes de esta ola de protestas. La oposición denunció fraude en los comicios municipales de 2008 y en los presidenciales de 2011. De los de 2016, en los que fue reelegido Ortega con el 72.5 por ciento de los votos, fue excluida la principal alianza opositora.

Al menos tres muertos, 40 capturados y una cantidad no precisada de heridos dejó ayer un ataque de policías y paramilitares en un barrio indígena de la ciudad de Masaya, al este de la capital de Nicaragua, según datos de organismos de derechos humanos independientes.

Álvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), dijo a dpa que entre los muertos figura un policía y dos civiles, entre ellos un adolescente de 15 años y una mujer que fue «sacada de su casa y ejecutada de un escopetazo».

Señaló que el ataque se prolongó por más de ocho horas sobre el barrio indígena de Monimbó, foco de resistencia de las protestas cívicas contra el presidente Daniel Ortega, que estallaron hace exactamente tres meses. Dos iglesias fueron atacadas con fuego de fusilería, añadió.

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