Por CÉSAR AUGUSTO MÁRQUEZ
WASHINGTON
Agencia (AP)
Javier Báez tiene razones para sonreír, después de todo, cumplirá con su viejo sueño: ser parte del Juego de Estrellas.
«Me siento contentísimo por la oportunidad de estar aquí, representando a mi isla y creo que va a ser bonito participar en un Juego de Estrellas», dijo el puertorriqueño de los Cachorros de Chicago, durante la rueda de prensa previa al clásico de mitad de temporada. «Era un anhelo que tenía y por supuesto que quería participar».
Báez es uno de los rostros más emblemáticos del equipo puertorriqueño que llegó a la final del Clásico Mundial de Béisbol en 2017 y uno de los seis jugadores que representará a la isla en el Juego de Estrellas.
«Pienso que el espíritu de ese equipo sigue ahí, lamentablemente Carlos Correa y Eddie Rosario, no pudieron estar, pero estoy seguro de que lo harán en próximas ediciones», subrayó el segunda base que alineará como primer bate por la Liga Nacional.
El Juego de Estrellas 2018, será especial para Puerto Rico, pues por primera vez, fueron convocados más de dos lanzadores en una misma edición (José Berríos, Joe Jiménez y Edwin Díaz) y sus seis participantes son la cifra más alta desde 2003, en Chicago, cuando también acudieron seis. El récord data de 1997, en Cleveland, con ocho peloteros boricuas.
»El béisbol en Puerto Rico creo que está de vuelta, lo demostramos el año pasado con nuestra participación en el Clásico Mundial. Este año somos seis y esperamos que el próximo sean muchos más», señaló Díaz, cerrador de los Marineros de Seattle.
«Para mí es un orgullo estar aquí, representando a mi isla. Creo que lo que hemos hecho como puertorriqueños es tremendo y eso va a influir también en las generaciones futuras», dijo Berríos, quien podría convertirse en el primer puertorriqueño en lanzar en un Juego de Estrellas, desde Javier Vásquez en 2004.
Yadier Molina, será nuevamente el decano de la legión boricua, pues a diferencia de Báez, tendrá su novena participación, con lo que igualó a Orlando Cepeda con la tercera cifra más alta de convocatorias. El récord lo ostentan Iván Rodríguez y Roberto Clemente (14), seguidos de Roberto Alomar (12).
Pese al auge actual, Molina cree que aún hay mucho por hacer. «Pienso que ahora mismo nosotros estamos viviendo un buen momento, no solo con los jugadores que tenemos, sino con los que vienen subiendo, pero todavía necesitamos más apoyo del gobierno, no solo en el béisbol, sino en otros deportes y en la isla en general».
Para una isla que fue azotada por dos grandes huracanes en 2017 y cuyo porcentaje de pobreza finalizó ese año en el 52,3%, la importante representación en el Juego de Estrellas, podría significar una alegría o al menos eso aspiran los jugadores.
«Es una bendición poder estar aquí representando a nuestro país y poder darles una alegría después de tantos momentos difíciles en los últimos años», dijo Francisco Lindor, otra de las figuras más emblemáticas de la generación que volvió a poner a la Isla del Encanto en el mapa del béisbol.