POR MANUEL RODRÍGUEZ
mrodriguez@lahora.com.gt
Cada hora, aproximadamente catorce personas salen de Guatemala con el fin de mejorar su calidad de vida y el bienestar de sus familias que se quedan en el país. Cada día migran alrededor de 330 personas buscando mejores oportunidades de desarrollo o la reunificación familiar, realizando un viaje costoso, arriesgado y, sobre todo, difícil.
Son migrantes guatemaltecos y centroamericanos, quienes emprenden el camino al norte en busca del llamado “sueño americano”, trayecto que no está exento de peligros y riesgos desde la perspectiva de los derechos humanos en su tránsito por México.
Pese al fortalecimiento de la vigilancia en los pasos fronterizos de Estados Unidos y México; y a los riesgos para la vida que se presentan durante el viaje, cada año cerca de 120 mil personas salen de Guatemala con el propósito de llegar a Estados Unidos, según cálculos de la Mesa Nacional para las Migraciones (Menamig).
Para el efecto, los migrantes ingresan a México a través de tres pasos fronterizos identificados por el Consejo Nacional de Apoyo al Migrante de Guatemala (Conamigua).
Conamigua advierte que la comunidad de El Ceibo (municipio de San Andrés Petén) y que conecta con el municipio mexicano de Tenosique, así como los municipios de Tecún Umán y El Carmen en el departamento de San Marcos, representan los pasos fronterizos más peligrosos y donde mafias y redes de trata operan con absoluta impunidad.
Según la entidad, existen 136 bandas de traficantes de migrantes que operan de manera ilegal, tanto en el territorio mexicano como en el guatemalteco, que obtienen unos US $25 millones semestrales por el secuestro y posterior extorsión a familiares para la liberación de los migrantes que son interceptados y retenidos en escondites clandestinos.
Conamigua indica que el 60% de los secuestros registrados en México se ejecutan en el sur de ese país, es decir, cerca de Guatemala, e independientemente de la vía que se utilice; la travesía por México dura en promedio, de tres a cuatro semanas.
“Los migrantes transitan el país azteca por diferentes rutas. Una de las más frecuentadas es el llamado Tren de la Muerte o La Bestia, que recorre prácticamente todo el territorio mexicano. Sin embargo, cada año, este tren acaba con la vida de centenares de personas, algunas veces de manera accidentada y otras de forma provocada”, expresa Alejandra Gordillo, secretaria ejecutiva de la institución.
Por otro lado, Gordillo revela que cuando se viaja con la ayuda de Coyotes, los migrantes se desplazan por México escondidos en furgones, camiones y buses; en recorridos de noche y por tramos carreteros poco transitados y, por ende, poco seguros, soportando condiciones de asfixia, entumecimiento muscular o hacinamiento, cuando no violaciones y vejaciones.
“Además, en los puestos de registro, si los migrantes logran pasar es porque tuvieron que hacer algún tipo de pago. Estos hechos se denuncian pero no se actúa porque existe una vinculación en estos ilícitos de las autoridades mexicanas. Los abusos se dan fuera del marco de la ley y por eso es difícil pedir protección para los indocumentados”, agrega la funcionaria.
“Los migrantes transitan el país azteca por diferentes rutas. Una de las más frecuentadas es el llamado Tren de la Muerte o La Bestia, que recorre prácticamente todo el territorio mexicano. Sin embargo, cada año, este tren acaba con la vida de centenares de personas, algunas veces de manera accidentada y otras de forma provocada”.
Alejandra Gordillo
Conamigua
MUJERES, LAS MÁS VULNERABLES
En ese contexto, organizaciones promigrantes consideran que la migración, especialmente en circunstancias irregulares, aumenta la vulnerabilidad de niñas y adolescentes a ser víctimas de diversas formas de explotación, incluyendo la prostitución. Además, que los hombres son frecuentemente utilizados como mano de obra barata en México.
Según el Procurador de los Derechos Humanos, Jorge de León Duque, las mujeres están más expuestas a sufrir abusos sexuales, verbales y físicos en cualquiera de las tres etapas de la migración (origen, tránsito y destino).
El funcionario estima que al menos seis de cada diez mujeres y niñas migrantes sufren violencia sexual durante el viaje. Junto a ello, denuncia que las mujeres indocumentadas son triplemente vulnerables por su género, su condición migratoria y por la cuestión étnica cuando se trata de mujeres indígenas.
El Magistrado de Conciencia expone que esa vulnerabilidad es aprovechada por el crimen organizado, que engaña y rapta a las féminas con fines de explotación económica y sexual, servidumbre, pornografía, trabajos forzados, tráfico de órganos, alquiler de vientres y esclavitud, entre otros delitos; especialmente cuando están en lugares que desconocen, lo que disminuye, para ellas, la posibilidad de recibir ayuda.
“Es inhumano el trato que se le da a los migrantes en territorio mexicano. En esto hay involucramiento de la fuerza policial y otras autoridades. Esta tragedia humana es parte de lo que hay que denunciar para que ya no vuelva suceder”, argumenta el PDH.
Según el Ombudsman, en la institución se han recibido denuncias de mujeres a las que los Coyotes obligaron a administrarse una inyección anticonceptiva o tomar pastillas antes y durante el viaje, para prevenir el embarazo derivado de una violación, pues las bandas delictivas utilizan la violencia sexual como parte del precio que exigen a las migrantes.
Es de resaltar que Jorge De León Duque efectúa desde el pasado martes una verificación al recorrido que realiza la población migrante desde el sur hasta el norte de México; con el objetivo de constatar el trato que reciben los migrantes guatemaltecos y centroamericanos en albergues, refugios y estaciones migratorias.
Durante su viaje se entrevistará con migrantes y también con autoridades de México y Estados Unidos a quienes les recordará su deber en tratar dignamente a los migrantes y les hará un llamado a comprender que la migración es un problema humano que no se soluciona a través de la fuerza.
Finalmente, el entrevistado opina que la migración no es una decisión libre, sino forzada ante el incumplimiento del Estado en brindar seguridad, educación, salud, trabajo, desarrollo integral a la niñez y las familias, mientras el Gobierno se limita a acciones asistencialistas que no solucionan el problema.
“Lo primero que se debería hacer es atacar y erradicar las causas de la migración para que no exista la necesidad de emprender ese viaje tan peligroso. Además, el Gobierno de México debe supervisar constantemente el accionar de sus autoridades en las fronteras”, dice.
ODHAG: 20 MIL SECUESTROS
Los migrantes afrontan condiciones de vulnerabilidad particularmente en su tránsito por México hacia los Estados Unidos, en donde además de ser víctimas de secuestros, ejecuciones y desaparición forzada, se han documentado varios actos de tortura cometidos contra población migrante en tránsito por parte de autoridades fronterizas.
En esa línea, se recuerda el hallazgo de los cuerpos de 72 migrantes asesinados en Tamaulipas en 2010 (58 hombres y 14 mujeres); 15 guatemaltecos entre las víctimas.
De ese hecho hubo dos sobrevivientes, cuyas declaraciones detectaron la participación de agentes de autoridades de diferentes niveles y suponía conocer el modus operandi de los grupos criminales en contra de la población migrante. No obstante, en menos de un año se encontraron en el mismo municipio 47 fosas clandestinas con 193 restos humanos.
De acuerdo a la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala, de 2009 a la fecha se contabilizan unas 20 mil víctimas de secuestro en territorio mexicano. También desconocen el paradero de 28 mil niños que desde esa fecha salieron solos del país, porque no se recibió notificación de autoridades estadounidenses sobre su detención en la frontera.
“Las autoridades continúan sin cumplir su compromiso de tomar medidas para garantizar la seguridad de las personas migrantes en su paso por México”, afirma Nery Rodenas.
Rodenas, director de ODHAG, asegura que las instituciones son incapaces de detener los niveles desenfrenados de violencia, crimen e inseguridad contra migrantes, debido a la falta de recursos, corrupción e infiltración por parte de los aparatos de seguridad ilegales y clandestinos dado los vínculos con los entes estatales encargados de perseguirlos.
Igualmente, resalta que al llegar a EE. UU., los peligros para los indocumentados no desaparecen sino solo se ocultan pues tras realizar un viaje más que arriesgado, los migrantes se encuentran en un contexto de discriminación y marginación que llega a rozar la xenofobia.
Sobre la reunión que sostuvo el pasado viernes el presidente Barack Obama con los mandatarios de Guatemala, Honduras y El Salvador para abordar la situación de los niños migrantes, Rodenas opina que se le ha dado una respuesta incorrecta al problema migratorio, ya que ha gastado millones de dólares en seguridad fronteriza y en criminalizar a las personas, y “eso no detendrá el flujo migratorio”.
MILITARES CONTRA LOS MIGRANTES
Precisamente autoridades estadounidenses y mexicanas anunciaron la semana pasada el despliegue de mil efectivos de la Guardia Nacional en la frontera con México, a fin de contener el flujo de migrantes indocumentados, en medio de un repunte en el arribo de menores centroamericanos solos y sin documentos a territorio norteamericano.
Sin embargo, para Juan Luis Carbajal, de la Pastoral de Movilidad Humana, esta medida significa que las tropas se encargarán de “disuadir” a los migrantes, quienes cruzan las fronteras en busca de una vida mejor.
“Ahora deberán hacer frente no sólo al entorno natural inclemente, a los traficantes, a los abusos de la policía y al sadismo de grupos racistas, sino que tendrán que vérselas con fuerzas militares entrenadas para la guerra y para la aniquilación física del adversario. Lejos de atenuar la dramática situación que enfrentan cotidianamente miles de migrantes indocumentados, ésta se hará más incierta y peligrosa”, declara Carbajal.
El sacerdote señala que muchos migrantes son llevados por Coyotes con la promesa de ofertas de trabajo en EE. UU., pero al llegar al México los abandonan, no sin antes robarles las pocas pertenencias que llevan.
“Incluso, hay algunos traficantes que antes de cerrar el trato con los migrantes se aseguran de que tengan familiares en EE. UU., para más adelante, secuestrarlos y pedir dinero por su rescate. Las familias pagan hasta Q15 mil por el rescate y con suerte los liberan”, agrega.
Carbajal añade que existe indiferencia y falta de preocupación de lo que les sucede a los centroamericanos e incapacidad por parte de los Estados para garantizar su protección a través de las embajadas y consulados de México.
“No basta con militarizar las fronteras y reforzar el control migratorio, sino se necesita de iniciativas más profundas que ayuden a comprender el tema. Si no, las deportaciones comenzarán a aumentar desde México y se igualaría la cifra de expulsados desde Estados Unidos”, apunta.
POLÍTICA MIGRATORIA DEFINIDA
En tanto, organizaciones de derechos humanos denuncian abusos en el proceso de deportación que las autoridades mexicanas han adoptado para repatriar cuanto antes a los indocumentados que recién cruzan la frontera del vecino país, obligando a firmar su salida voluntaria sin ser escuchados por un juez de inmigración.
Carlos Roberto Calderón, presidente de la Coalición de Inmigrantes Guatemaltecos en Estados Unidos (Conguate), define el paso de un migrante por México como un “calvario” y refiere que existen suficientes pruebas que corroboran esa presión que sufren los connacionales en los centros de detención mexicanos, obedeciendo presiones políticas de grupos antiinmigrantes en aquella nación.
“Lo que hacen es lo mismo que con los migrantes mexicanos, que en menos de 48 horas los deportan de Estados Unidos. ¿Dónde está el trato humanitario de México? Es absurdo escuchar cómo defienden a sus ciudadanos, pero no pueden defender a los migrantes centroamericanos en sus fronteras, que también están huyendo de sus países”, critica Calderón.
Es por ello que el líder migrante urgió al Gobierno de Guatemala, diseñar y poner en marcha una política exterior encaminada a la atención del tema migratorio, con un enfoque estratégico, visión de largo plazo y desde una perspectiva humanitaria para no firmar acuerdos que viabilicen la deportación inmediata de guatemaltecos, pues considera que el país no está preparado institucionalmente para atender el retorno de los connacionales.
“No se logrará el impacto necesario si se continúa sólo reaccionando a los temas de coyuntura como la crisis de menores no acompañados que están migrando hacia Estados Unidos. Ahora estamos viendo los frutos de la falta de acción gubernamental en este tema”, complementa el presidente de Conguate.
RELATO
En la segunda quincena de julio, en tres vuelos comerciales procedentes de México, fueron devueltos en diez días 41 menores de edad guatemaltecos, en su mayoría con sus padres.
En ese grupo, destaca la historia de un joven de 17 años, quien prefirió no ser identificado, y que contó a La Hora que el pasado 20 de junio viajó con la ayuda de un Coyote, rumbo a la nación norteamericana, en un autobús que se conducía por el estado de Veracruz, México, cuando fue detenido en un retén y enviado a una prisión junto con otras treinta personas.
El adolescente denunció que por veinte días estuvo encerrado pasando hambre, soportando, además, que sus compañeros de celda lo golpearan hasta que fue repatriado.
Este caso lo conoció la Defensoría de la Población Desarraigada y Migrante de la PDH, estableciendo que si fueron violentados los derechos del joven tras su detención y estadía en México.
En Cifras
* 53 zonas de riesgo para los migrantes centroamericanos hay identificadas en México por organizaciones.
* Tres pasos fronterizos son utilizados por los migrantes para salir de Guatemala.
* Q15 mil exigen los secuestradores por la liberación de un migrante.
* Se estima que hay más de 1.8 millones de guatemaltecos radicados en Estados Unidos, principalmente en los estados de California, Nueva York, Texas y Florida.
* Los departamentos con mayor número emisor de migrantes son Guatemala, Huehuetenango, Totonicapán, Quetzaltenango y San Marcos.
* Según la DGM, el año pasado fueron expulsados de suelo mexicano 29 mil 959 guatemaltecos, mientras por la vía aérea desde EE. UU., la cifra ascendió a 50 mil 211 connacionales deportados. En 2014 van 18 mil 513 deportaciones desde México y 33 mil retornos desde EE. UU.
* El 70% de los guatemaltecos que son deportados, son capturados cuando apenas cruzan la frontera de EE. UU., según la Cancillería guatemalteca.