Repino, Rusia
DPA
Josep Guardiola podría convertirse el domingo próximo por tercera vez consecutiva en campeón del mundo. Al menos, de manera indirecta. En el caso de que Inglaterra alce la Copa del Mundo, el técnico español tendría muchísimo que ver. Guardiola entrenó en 2010 en el país del campeón mundial España. Y en 2014, en el del campeón mundial Alemania.
Hace ocho años, siete jugadores del Barcelona de Guardiola formaban parte de la selección española. Y hace cuatro años, seis jugadores del Bayern Múnich que estaba entrenando Guardiola eran parte de la selección alemana. Con Andrés Iniesta y Mario Götze fueron además los pupilos del español los que marcaron los goles de la victoria en la final. Ahora, hay cuatro integrantes de su club actual, el Manchester City, en el plantel de los «Three Lions».
Guardiola, al igual que el alemán Jürgen Klopp en el Liverpool o el argentino Mauricio Pochettino en el Tottenham Hotspur, tiene una participación indirecta grande en el éxito de Inglaterra, que mañana juega por primera vez en 28 años una semifinal de un Mundial: será ante Croacia en Moscú. La Federación, que durante mucho tiempo se miró su propio ombligo, y el entrenador Gareth Southgate, tomaron mucho de sus ideas.
«Es fantástico para nuestros jugadores jóvenes que entrenadores tan maravillosos como Guardiola trabajen con ellos», dijo Southgate tras la victoria por 2-0 en cuartos de final ante Suecia. Cuando se le preguntó si le había copiado algo al español, el seleccionador inglés de 47 años dijo: «Claro. Y también de otros cinco o seis entrenadores de primera línea. Sería tonto si no analizara cómo juegan. Y por suerte siempre todos han sido muy accesibles para mí».
El fútbol inglés ya no tiene nada que ver con el tristemente célebre «kick and rush» de años anteriores. La forma de jugar de Southgate es una mezcla de ideas de famosos colegas extranjeros. De Pochettino tomó el pressing; de Klopp, las transiciones, y de Guardiola, el fútbol de posesión. Sus jugadores están abiertos a todas esas influencias. Los 23 juegan en la Premier League, pero es justamente ahí donde aprenden ideas extranjeras.
«Tratamos de llevar todo lo que aprendemos con Pep a la selección inglesa», dijo el defensor del City John Stones. Y Kyle Walker sostuvo durante el torneo: «Pep me enseñó tanto. Y me dio una increíble confianza en mí mismo». El ex internacional inglés Paul Scholes llegó a la conclusión: «Pep Guardiola es una inspiración para este equipo».
El Tottenham de Pochettino, en tanto, aporta con cinco jugadores el grupo más grande al plantel inglés, entre ellos, el centrocampista Dele Alli o el goleador Harry Kane. «Aprendí mucho con él», dijo Kane. Alli subrayó: «Le debo mucho».
Del Liverpool, finalista de la Liga de Campeones, hay sólo dos pupilos de Klopp: Jordan Henderson y Trent Alexander-Arnold. El intercambio entre Southgate y el exentrenador del Dortmund, que en 2014 entrenó a cuatro campeones mundiales, de hecho es polémico.
Klopp criticó incluso una vez abiertamente el nombramiento de Southgate. Y éste se asombró a su vez estos días con ironía por qué tras hacer jugar 90 minutos a Henderson, quien estaba golpeado, no había recibido ninguna queja. «Normalmente me llama Jürgen directamente y me dice: ¿Por qué diablos no lo sacaste?». Pero también esta relación es, al fin de cuentas, fructífera para el juego.
La oportunidad de Guardiola, Klopp o Pochettino de considerarse campeones mundiales de esta manera indirecta es bastante alta. Y es que los tres tienen al menos un jugador de su club también en dos de los otros tres semifinalistas del Mundial de Rusia.