Por Albert Otti
Viena
Agencia (dpa)
Los países que permanecen vinculados por el acuerdo nuclear con Irán sentaron hoy las primeras bases, durante un encuentro en Viena, para poder mantener vivo el pacto tras la salida de Estados Unidos.
Los ministros de Exteriores y diplomáticos de alto rango de Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia, China e Irán coincidieron en numerosas medidas económicas para mantener el compromiso de Teherán con el convenio.
Estas medidas incluyen un servicio de pagos en funcionamiento, así como la exportación de petróleo y gas, según se indica en una declaración final.
Tras la ronda de conversaciones, la parte iraní expresó su optimismo y describió la reunión como un «paso hacia adelante», al tiempo que pidió una rápida aplicación hasta el 6 de agosto, fecha en la que entrarán en vigor las primeras sanciones estadounidenses contra Irán.
Las cinco potencias se mostraron comprometidas a mantener los canales económicos, financieros y de transporte abiertos con Irán, pese a las sanciones de Washington.
«Los participantes (….) intentarán convencer a sus socios internacionales para que sigan las mismas políticas y establezcan mecanismos similares en sus relaciones con Irán», manifestó además la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, en su resumen oficial del encuentro.
Los ministros de Exteriores y diplomáticos de alto rango de Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia, China e Irán reconocieron que el levantamiento de las sanciones contra el país persa era «una parte esencial» del acuerdo alcanzado en 2015 a cambio de que Teherán accediera a poner freno a su programa nuclear.
El acuerdo fue alcanzado por esos países y Estados Unidos, que sin embargo se retiró del mismo el pasado mayo, debido a que el presidente estadounidense Donald Trump lo consideraba un mal acuerdo negociado por su predecesor Barak Obama.
Desde entonces Irán ha dejado claro de forma insistente que quiere seguir adelante, pero sólo si los cinco países restantes pueden asegurar al país que no afrontará el aislamiento económico por las sanciones que Washington ha reactivado.
Las medidas punitivas que volverán a sentirse con fuerza a principios de agosto apuntan no sólo a Irán sino también a las empresas extranjeras que hagan allí negocios. Podrían afectar sobre todo al sector del petróleo, vital para economía del país.
La Unión Europea ya ha actualizado su legislación para defender las empresas europeas de esas sanciones y el bloque autorizó al Banco Europeo de Inversiones que financie proyectos iraníes, señaló una fuente europea.
Irán había subrayado recientemente que sólo cumpliría el acuerdo si se beneficiaba económicamente de él. «Las preocupaciones que todavía teníamos ayer, que también fueron expresadas por el presidente (Hassan) Rohani, se plantearon en la reunión y se dieron a conocer más detalles que nos hacen estar más optimistas que ayer», dijo hoy el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohammad Yawad Zarif.
El Presidente iraní había calificado ayer de «decepcionantes» las propuestas dadas a conocer por Alemania, Francia y Reino Unido, en la antesala del encuentro en Viena.
Fuentes de la delegación iraní señalaron tras la reunión de hoy que sus expertos analizarían hasta el lunes en Viena los detalles de la propuesta de las tres naciones europeas. Sin embargo, una decisión será tomada luego en Teherán.
Para Rohani y su Gobierno es muy necesario un buen resultado de las negociaciones para calmar la situación en su propio país. El acuerdo nuclear representó un gran éxito para el Gobierno de Ruhani. Según los observadores de Teherán, el fin del pacto podría implicar el fin de su Presidencia.
Sobre todo desde el punto de vista económico, Irán se encuentra actualmente inmerso en una profunda crisis. En medio de los aumentos de precios y la caída del rial, estallaron recientemente protestas en Irán. La divisa se vio presionada a la baja por temores a las inminentes sanciones estadounidenses y el posible colapso del acuerdo nuclear.