Nizhni Novgorod, Rusia
DPA
Nada perturbó tanto a Kasper Schmeichel durante este Mundial como las comparaciones con su famoso padre. Pero el domingo, en Nizhni Novgorod, el arquero danés incluso superó un poco a su gran maestro. Parar tres penales en un partido es algo que no logró ni siquiera Peter Schmeichel en el escenario internacional.
Claro que no sirvió de mucho. «Le fallamos a Kasper», admitió el astro danés Christian Eriksen tras la amarga caída 3-2 ante Croacia en los penales en octavos de final del Mundial. «Cuando un arquero detiene dos penales, hay que ganar, porque entonces hay que meter los penales propios».
Sin embargo, el héroe frustrado no quiso hacer ningún reclamo a sus compañeros. «Cualquiera que se levante y lance un penal es un héroe. La presión es muy grande. Ganamos y perdemos como equipo», dijo Schmeichel. Al final, señaló, la intuición lo abandonó un poco.
El portero de 31 años fue el que poco antes del final del alargue llevó a Dinamarca a los penales al atajar un lanzamiento desde los doce pasos del astro croata Luka Modric. Allí detuvo también los lanzamientos de Milan Badelj y Josip Pivaric, lo que hizo estallar en júbilo a su padre en la tribuna.
No podría estar más orgulloso, tuiteó Peter Schmeichel después. Cuando se sequen todas las lágrimas, añadió, los daneses se darán cuenta de lo bien que lo hicieron. En Dinamarca, de hecho, todos los elogios fueron para el arquero. «Ruleta rusa: Kasper cayó con honores», escribió el diario Ekstrabladet.
En este Mundial, Schmeichel entró definitivamente en el círculo de los mejores arqueros del mundo. «Es un arquero de primera. Ya en el entrenamiento dijo que su promedio de penales parados era del 33 por ciento. Eso no lo consiguen muchos porteros», lo elogió su compañero Yussuf Poulsen.
La clase de Schmeichel, que en 2016 fue sensacional campeón con el Leicester en la Premier, no la tuvieron todos sus compañeros. «La pregunta es si alguien nos va a echar de menos», comentó el ex campeón europeo Flemming Povlsen y se respondió. Más bien, no. «Si vemos todo junto, seguramente hay muchos fuera de Dinamarca que creen que está bien que hayamos quedado eliminados luego de que lo que ofrecimos».