SAN PETERSBURGO, Rusia
AP

Suecia y Suiza llevan mucho tiempo sin disputar tan siquiera los cuartos de final de una Copa del Mundo. Pero hay motivo de aliento entre estas dos selecciones que se miden mañana, pues se ubican en una llave que habrá de depositar a un equipo inusitado en la final.

La eliminación de selecciones como Alemania y España implica que en la llave en la que se ubican suizos y suecos sólo queden con vida además Rusia y Croacia, ya instaladas en cuartos de final, además de Colombia e Inglaterra, que chocan también mañana en octavos.

Inglaterra ha sido ya campeona del mundo, como local en 1966. Suecia llegó a la final también como anfitriona, en 1958. Cualquiera de las otras opciones implicará un finalista debutante en los mundiales.

Así que Suiza y Suecia se encuentran ante una oportunidad probablemente irrepetible.

La última vez que Suiza avanzó a cuartos en un Mundial fue como local, en 1954. Suecia no ha ganado un solo encuentro de eliminación directa desde Estados Unidos 1994, cuando sorprendió con el cuarto puesto.

Y los dos equipos fueron intermitentes durante la fase de grupos.

Los suizos consiguieron un meritorio empate 1-1 ante Brasil en la primera fecha y supieron remontar para imponerse 2-1 a Serbia en un cotejo empañado por las celebraciones de los goles por parte de Xherdan Shaqiri y Granit Xhaka, que hicieron referencia con tintes políticos a sus raíces albano-kosovares.

El empate 2-2 ante Costa Rica no pareció un resultado tan bueno pero bastó para depositar a Suiza en la fase siguiente. No obstante, durante ese cotejo fueron suspendidos su capitán Stephan Lichtsteiner y otro defensa, Fabian Schaer.

Ambos recibieron su segunda tarjeta amarilla.

“Tenemos 23 jugadores en nuestro plantel”, destacó el técnico suizo Vladimir Petkovic. “Lo siento por ellos dos, pero es muy tarde para corregir eso”.

Suecia tampoco llega completa. Su mediocampista Sebastian Larsson acumuló también dos amonestaciones en la etapa de grupos.

Pero este grupo está consciente de que su fuerza es colectiva y no individual. Así lo entendió desde que su astro Zlatan Ibrahimovic decidió que no jugaría más en la selección sueca después de la Eurocopa de 2016.

El técnico Janne Andersson se las ingenió para salir adelante en la eliminatoria, echando nada menos que a Italia. Luego, fue el propio estratega quien habló de que no había posibilidad alguna de que Ibrahimovic volviera para el Mundial.

Algo debe haber hecho bien el equipo sueco, pues Ibrahimovic lo ha elogiado.

“Escuchen, quien juegue contra Suecia tendrá un partido muy duro. Eso es seguro y creo que todos lo saben”, comentó el atacante mediante un video que difundió su club de la MLS, EL Galaxy de Los Ángeles.

Los suecos se impusieron apenas por un gol a Corea del Sur durante su primer cotejo en Rusia. No pudieron conservar la ventaja ni el empate ante una Alemania que los doblegó con un tiro libre de Toni Kroos en los descuentos, pero lucieron arrolladores con su 3-0 sobre México para avanzar en el primer puesto del Grupo F.

“Sabemos que no podemos competir con Francia o España en lo que se refiere al talento para controlar el balón”, reconoció el volante sueco Albin Ekdal. “Pero afortunadamente, el fútbol no se decide por pases de ‘tiki taka’”.

Es cierto, España está fuera y Suecia sigue en un mini torneo que arrojará un finalista poco común.

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