Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com
Verse cara a cara es indudablemente bueno, permite reafirmar la necesidad de saber y buscar soluciones a una situación humana importante como es la inmigración de familias del triángulo centroamericano que aumenta hacia Estados Unidos.
Lo malo es solo pretender que se frene dicha inmigración, sin encontrarle una alternativa para que estas familias no inmigren buscando seguridad económica y seguridad en contra de la violencia que les afecta en sus respectivos países.
En una típica actitud de quien tiene el poder y no la necesidad, el Vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, requiere a los nacionales del triángulo centroamericano, que se frene la inmigración.
Todos debemos preguntarle ¿cómo es que usted propone que se frene esa inmigración? ¿por obra, gracia y magia o por una fuerza y una violencia inhumana?
Con gusto quisiéramos que las familias no inmigren, no se vean expuestas a los peligros y sacrificios que implican recorrer los múltiples kilómetros que deben de transitar a través de México para entrar de forma ilegal y peligrosa hacia Estados Unidos.
Pero la necesidad sin duda alguna es superior a los peligros y sacrificios. Quisiéramos que familias norteamericanas tuvieran que hacer ese sacrificio para que el gobierno de su país comprendiera en carne propia lo que es tener que abandonar su hogar y recorrer toda esa peligrosa ruta.
La única solución a este problema es proporcionar los recursos económicos para que existan trabajos y condiciones en los países de origen, lo cual por supuesto significa inversiones de recursos de Guatemala, El Salvador y Honduras, que no existen.
El Vicepresidente de los Estados Unidos puede venir numerosas veces, también lo puede hacer el presidente Trump, pero las visitas, salvo verse personalmente no resolverán el problema, por lo que sin ser negativo debemos ser realistas.
Esperemos que los presidentes del triángulo centroamericano hayan sido concretos y hayan planteado y abordado el grave problema, de lo contrario habrán fallado por cuanto la verdad debe ser nuestra principal forma de abordar la triste realidad que existe en cada uno de nuestros países.
Jimmy Morales no debe de ocultar el sufrimiento y la situación de millones de ciudadanos guatemaltecos que no tienen trabajo ni condiciones de educación salud y demás en Guatemala
Por lo que nos guste o no nos guste tenemos que aceptar que nuestros ciudadanos continúen abandonando el país para tratar de llegar a los Estados Unidos, donde si existen condiciones de trabajo y mejoras que en Guatemala no pueden lograr.
Si los detienen debe ser sin separar a las familias por cuanto el daño psicológico, emocional y físico que produce una separación de niños de sus padres es grave y les afecta de por vida.
Regresar a esas familias es un derecho de los Estados Unidos, pero el derecho no siempre es humano por cuanto no resuelve el problema y la necesidad de estos seres humanos que abandonaron su tierra buscando encontrar mejores condiciones de vida y de trabajo, el ideal sería que Estados Unidos les acogiere y les permitiera quedarse trabajando honradamente en espacios laborales que si existen en Estados Unidos especialmente en el trabajo agrícola.
El vicepresidente Mike Pence vino y deberá de haber visto la grave situación de pobreza que existe en el triángulo centroamericano.
¡Guatemala es Primero!