Sochi, Rusia
DPA

A partir de los octavos de un Mundial no vale distraerse. Para espantar uno de los peores temores de Brasil en la fase decisiva de Rusia 2018, entre los jugadores y el cuerpo técnico del favorito al título suena ahora el nombre de un jugador considerado clave para el duelo con México: Casemiro.

Futbolista robusto y recio, el volante de contención no será el responsable de la magia de la selección «canarinha» en el partido del lunes en Samara, como tampoco lo ha sido nunca en el Real Madrid. De forma discreta, Casemiro asumirá la tarea crucial de cortar cualquier posible contraataque letal de los veloces delanteros mexicanos.

«Es uno de los mejores centrocampistas que hay», lo elogia su compañero Miranda, que juega a las espaldas del «5» de Brasil. «Casemiro tiene una consistencia muy grande», agregó el zaguero tras el 2-0 del pentacampeón ante Serbia en su último partido del Grupo E.

Si las previsiones se cumplen en un Mundial loco del que se acaba de despedir Alemania, los sudamericanos deben hacerse claramente con el control de la pelota ante el «Tri», como en sus partidos anteriores.

Pero el equipo dirigido por Tite no quiere olvidarse del mediocampo defensivo detrás de Neymar, Coutinho y el resto de la poderosa ofensiva «canarinha». «Cuando atacamos, intentamos atacar defendiéndonos ya, para impedir el contraataque adversario», explicó el otro central, Thiago Silva.

El equipo de Tite sólo sufrió un gol en contra en la fase de grupos, tras una jugada a balón parado, un córner a favor de Suiza. Y aunque sufrió por momentos ante Serbia, la medular mostró una solidez atribuida sobre todo a los pulmones de Casemiro, que a sus 26 afronta su primer Mundial.

«Es un jugador físico que te da muchísimo en la parte defensiva», lo describió el exfutbolista del Barcelona Sylvinho, hoy asistente de Tite. «Es la columna del equipo».

«Es un fenómeno, “Case” es un fenómeno. La referencia defensiva de Brasil no son los dos centrales, es Casemiro. Teniendo a Casemiro tenemos un equipo perfecto», añadió Roberto Carlos, mítico jugador de la «canarinha».

Debido a los problemas físicos con los que empezó el torneo Renato Augusto, el otro hombre a cargo de cuidar las espaldas a los talentosos atacantes «canarinhos» en la era Tite, Casemiro ha tenido que asumir la tarea casi en solitario en Rusia. Sólo Paulinho juega por ratos más retrasado para apoyar en la contención.

Que el equipo se rompa en el medio es una de las pesadillas de Brasil, con antecedentes nefastos como en Italia ’90, también en un cruce de octavos: la «canarinha» tenía un dominio aplastante que no conseguía traducir en gol, cuando llegó el contragolpe mortal de Argentina poco antes del final. Maradona pasó a Caniggia, que esquivó a Taffarel y gol. El gran favorito, eliminado.

En el siguiente Mundial, Brasil afianzó la figura del «stopper» con el corpulento Mauro Silva, y ganó al final en Estados Unidos su cuarto título mundial. Casemiro es el heredero de esa posición.

Hombre-bisagra y de juego duro cuando es necesario, el volante conocido a secas como «Case» en el Real Madrid está acostumbrado a jugar en las sombras y a ser subestimado en el país del «jogo bonito», donde el talento se mide por goles y regates y disparos imposibles.

También en Madrid Casemiro se hizo un lugar entre estrellas como Cristiano Ronaldo tras llegar en 2013. Tras una temporada en el equipo B y una cesión, se hizo indiscutible en el equipo ganador de las tres últimas Champions League europeas.

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