POR NOMAAN MERCHANT Y ANITA SNOW/AP
Brownsville, Texas, EE.UU.

Una grabación de audio en la que se escuchan voces desgarradoras de niños que hablan español y lloran por sus padres en un centro de detención de inmigrantes en Estados Unidos fue revelada ayer, y alimentó la indignación creada por la política del gobierno del presidente Donald Trump de separar a los menores de sus padres.

“¡Papá! ¡Papá!”, dice un niño entre sollozos, de acuerdo con el archivo de audio del que la organización caritativa ProPublica informó en primera instancia y que después fue facilitado a The Associated Press.

La abogada de derechos humanos Jennifer Harbury dijo que recibió el audio de un denunciante anónimo y manifestó a ProPublica que fue grabado la semana pasada. La abogada no precisó dónde fue grabado.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, dijo que no ha escuchado el audio pero afirmó que los menores en custodia gubernamental reciben trato humano. Aseveró que el gobierno tiene normas muy altas para los centros de detención y que los menores están bien cuidados, y enfatizó que el Congreso necesita poner fin a lagunas jurídicas para que las familias puedan permanecer juntas.

El audio fue difundido en momentos en que varios políticos y defensores de los inmigrantes han viajado a la frontera de Estados Unidos con México para visitar centros de detención e incrementar la presión al gobierno de Trump.

Y las secuelas por la política inmigratoria han estado creciendo.
La iglesia mormona dijo que le “preocupa profundamente” la separación de familias en la frontera y exhortó a las autoridades a que encuentren soluciones compasivas. El gobernador de Massachusetts, el republicano Charlie Baker, canceló el envío de un helicóptero de la Guardia Nacional a la frontera con México y dijo que su decisión se debía a la política “cruel e inhumana” del gobierno.

Ayer unas 80 personas se declararon culpables de cargos relacionados con inmigración, entre ellas algunas que preguntaron a un juez cosas como “¿qué va a pasar con mi hija?” y “¿qué pasará con mi hijo?”.

Según los abogados que asistieron a las audiencias, los inmigrantes habían traído consigo dos docenas de niños y niñas a Estados Unidos, y el juez contestó que no sabía que sucedería con los menores.

Varios grupos de legisladores recorrieron una instalación en Brownsville, Texas, en la que se encuentran cientos de menores migrantes.

El representante demócrata Ben Ray Lujan, de Nuevo México, dijo que el lugar fue un hospital convertido en alojamiento para menores, con cuartos divididos por edades. Había incluso un pequeño recinto para bebés, con dos sillas altas.

Otro grupo de legisladores visitó el domingo un antiguo almacén en McAllen, Texas, donde centenares de menores son encerrados en jaulas. En una había 20 chicos.

En el Valle de Río Grande de Texas, el corredor más transitado de gente que intenta entrar a Estados Unidos, agentes de la Patrulla Fronteriza argumentan que tienen que tomar medidas severas contra los migrantes y separar a los adultos de los niños para desmotivar a que otros intenten llegar al país sin autorización.
“Cuando exoneras a un grupo de personas de la ley… eso crea atracción”, dice Manuel Padilla, el principal agente de la Patrulla Fronteriza en la zona.

Artículo anteriorEl Salvador y Honduras preocupados por separaciones
Artículo siguienteRusia golea a Egipto y acaricia la clasificación a octavos