Palo Alto
Agencia (dpa)
El fabricante de automóviles eléctricos Tesla cuenta con un enemigo interno que ha cometido «un sabotaje amplio y dañino», aseguró el fundador de la compañía, Elon Musk.
Musk hizo la acusación por medio de un correo electrónico enviado a sus empleados y que hizo público ayer la emisora CNBC. No está claro aún el alcance de los daños, pero lo que el trabajador ha reconocido hasta ahora es «bastante malo», escribió Musk. No ha habido un comunicado oficial de la compañía estadounidense.
Tesla enfrenta numerosos problemas desde hace meses por el lento avance en la producción del Model 3, el vehículo eléctrico con el que quiere llegar al mercado masivo a un precio más económico.
Según Musk, usando un nombre de usuario falso el empleado hizo modificaciones en el sistema de producción de Tesla y filtró a terceros gran cantidad de datos altamente sensibles. El motivo para actuar así fue al parecer que se le había negado un ascenso, pero podría haber más detrás, por lo que esta semana se profundizará la investigación, afirmó Musk.
«Como ustedes saben hay una larga lista de organizaciones que quieren que Tesla muera», alertó el millonario en alusión a las industrias del petróleo y el gas, así como a los especuladores de Wall Street que apuestan por el hundimiento de las acciones de la firma.
En otro email que también mostró CNBC, el empresario reconoce que la producción del Model 3 volvió a verse afectada por un incendio. «Anoche volvimos a tener in incidente curioso que es difícil de explicar», afirma. Se produjo «un pequeño fuego» por el que hubo que parar durante horas la fabricación de la carrocería. También en este caso Musk parecía estar apuntando a un sabotaje.
Puede haber sido una casualidad, pero «solamente los paranoicos sobreviven», afirmó. Por eso pide a todos los empleados estar atentos a «todo lo que no vaya en interés de nuestra empresa».
Tesla lleva tiempo luchando con los problemas para entregar el Model 3, su primer automóvil a precio más asequible. La automotriz lleva medio año de retraso en sus planes originales y quiere alcanzar el nivel de producción de 5.000 vehículos por semana a finales de junio. El viernes Musk felicitó a sus trabajadores por los avances, pero exigió a la vez «mejoras radicales».
Hace apenas una semana Musk anunció que la compañía estadounidense despedirá a alrededor de un 9 por ciento su plantilla por la necesidad de ser rentables como le exigen los inversores, algo que la firma nunca ha conseguido más allá de algunos trimestres aislados.