Bangkok
Agencia (dpa)
Una tortuga verde se asfixió con los desechos tóxicos en la costa este de Tailandia una semana después de que una ballena piloto falleciera por tragar bolsas de plástico en el sur del país, informaron hoy a dpa las autoridades.
La tortuga de siete kilos fue trasladada al Centro Oriental de Investigación y Desarrollo de Recursos Marinos y Costeros, en Tailandia, el 4 de junio para ser tratada por los veterinarios después de ser arrastrada hacia la provincia oriental de Chanthaburi, explicó el director del centro, Supawat Karnadireklarp.
Dos días después falleció. La autopsia reveló que tenía en el estómago una gran cantidad de bandas de goma, restos de bolsas de plástico y de redes de pesca.
«Las bolsas de plástico tienen el mismo aspecto que las algas o las medusas para las tortugas. No pueden diferenciarlas», explicó Supawat.
A finales de mayo una pequeña ballena piloto fue hallada en un canal cerca de la frontera entre Tailandia y Malasia, en la provincia tailandesa de Songkhla.
Tras cinco días de rescate, la ballena vomitó cinco bolsas de plástico y murió. La autopsia reveló que tenía 80 bolsas de plástico que pasaban ocho kilos en el estómago.
Las últimas muertes de animales marinos por los desechos tóxicos evidencian los peligrosos hábitos de los tailandeses con respecto al plástico y la falta de una gestión adecuada de los residuos en el país, señalan los ecologistas.
En 2017, el país del sudeste asiático generó hasta 27.4 millones de toneladas de basura y solo menos de un tercio se recicló o reutilizó, según las agencias gubernamentales.