POR MARIELA CASTAÑÓN
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De acuerdo con el Organismo de las Naciones Unidas para la Migración (OIM), un total de 115 mil 439 guatemaltecos, hondureños y salvadoreños han sido retornados de México y Estados Unidos, en diez meses de este año.
Los datos indican que el mayor número de retornados corresponde a Guatemala, pues en el referido periodo de tiempo volvieron al país 52 mil 710 personas.
Le sigue Honduras, con 39 mil 884 retornos y El Salvador, con 22 mil 845 ciudadanos que regresaron a su país. (Lea el recuadro Retornados Triángulo Norte de Centroamérica).
La información de la OIM, obtenida por medio de la Dirección General de Migración (DGM), también explica que un alto porcentaje de retornos ha sido desde México.
ATENCIÓN A PERSONAS RETORNADAS
De acuerdo con Úrsula Roldán, del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales de la Universidad Rafael Landívar (URL), es necesario que existan programas específicos para la población retornada, que apoyen su nivelación educativa, técnica, además se deberían impulsar políticas de crédito, de asistencia empresarial y de economía local territorial.
A criterio de Roldán, el Estado debe acompañar esos procesos para las personas retornadas, sin embargo, esto no sucede.
La representante del Instituto dice que también se debe prestar asistencia legal a los migrantes que son separados de sus familias en Estados Unidos, algunos tienen hijos que ya son residentes. Agrega que es importante implementar políticas de incidencia de los gobiernos de los países del Triángulo Norte de Centroamérica.
“No hay que descartar las políticas de incidencia de los gobiernos centroamericanos en Estados Unidos, especialmente con el Congreso y el Senado”, agrega la profesional.
Roldán indica que sería necesario impulsar una estrategia regional para atender la problemática de Guatemala, Honduras y El Salvador, pero es difícil por la situación en la que se encuentran.
“El problema es la situación en la que se encuentran los países en su gobernabilidad nacional, miremos la situación que está enfrentando Honduras y nosotros –Guatemala-, no estamos en las mejores condiciones de situación de gobernabilidad nacional. Es muy difícil plantear políticas regionales que sean sólidas y sostenibles, pero hay que aspirar a eso”, argumenta.
El sacerdote Mauro Verzeletti, director de la Casa del Migrante de Guatemala y El Salvador, lamenta que en la administración del presidente estadounidense Donald Trump, haya incrementado el racismo, la xenofobia y la discriminación hacia los migrantes.
Verzeletti explica que México es el país que está conteniendo el flujo migratorio y es evidente que se está criminalizando a las personas que buscan oportunidades fuera de sus países.
El sacerdote considera que existe criminalización para las personas migrantes guatemaltecas que retornan, pues ahora se les toma las huellas bajo el argumento de que podrían estar involucrados con pandillas.
“Prácticamente criminalizan a las personas al sacarle las huellas”, expresó el Director de la Casa del Migrante.
Además, existen otros factores que hacen el retorno más difícil, por ejemplo, los cambistas que están a inmediaciones del Aeropuerto Internacional La Aurora, cambian a las personas retornadas Q4 por US$1.
“Los cambistas que están alrededor de la Fuerza Aérea Guatemalteca, les hacen la propuesta –a los migrantes- que les cambian Q4 por US$1, es inaudito, porque las personas se fueron con un sueño, vienen deportadas, con algunos centavos y siguen siendo extorsionadas, no existe voluntad política de parte de la Policía, de contrarrestar esta situación. Nosotros que acompañamos este proceso de deportación, lo vemos a diario, prácticamente 8 o 9 vuelos semanalmente”, revela Verzeletti.