Washington/Pekín
Agencia (dpa)
El fabricante chino de componentes de telecomunicaciones ZTE podrá continuar operando en Estados Unidos a cambio de una serie de condiciones y el pago de una multa millonaria, anunció el presidente Donald Trump en Twitter.
ZTE tendrá que pagar 1,300 millones de dólares (1,110 millones de euros), cambiar a su cúpula directiva y dar una serie de garantías de seguridad, como aceptar la presencia de inspectores estadounidenses para vigilar que no incumple el acuerdo.
«Yo la cerré (a ZTE) y ahora la reabro con un alto nivel de garantías de seguridad, un cambio de su gestión y dirección, deberán comprar componentes estadounidenses y pagar una multa de 1,300 millones», escribió Trump en Twitter, y acusó a los demócratas en cambio de «no hacer nada».
La compañía china acordó el año pasado pagar una multa de 1,192 millones de dólares al Gobierno estadounidense por violar la prohibición de realizar exportaciones a Irán y Corea del Norte y se comprometió a sancionar a los directivos que habían decidido llevar a cabo estas operaciones.
Sin embargo, en abril Washington acusó a ZTE de no cumplir con su compromiso y prohibió durante siete años el acceso de la empresa a tecnología estadounidense. Los chips de Estados Unidos tienen un papel central en los equipamientos de redes y smartphones de ZTE, por lo que la decisión paralizó gran parte de la producción de la empresa. Pekín y Washington iniciaron negociaciones para resolver el conflicto.
ZTE es el cuarto mayor proveedor de tecnología para redes de telecomunicaciones del mundo.