El Observatorio de Violencia Homicida de Diálogos determinó que Totonicapán, Quiché y Sololá concentran el cero o uno por ciento de violencia que acumula el territorio guatemalteco. El análisis data del año 2001 a 2017 y ubica al altiplano occidental como una región “pacífica”.

POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

De acuerdo con Carlos Mendoza, coordinador del Observatorio de Violencia Homicida de Diálogos, Totonicapán es el departamento más pacífico, debido a que concentra el cero por ciento de delitos contra la vida.

Según el análisis geográfico de la violencia, obtenido por medio de los datos de la Policía Nacional Civil (PNC) y el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), Sololá y Quiché concentraron el 1 por ciento de homicidios en 17 años. Esos porcentajes se conocieron al usar como referencia 17 años de análisis y multiplicarlos por un promedio de 5 mil muertes violentas anuales.

“Aquí les presentamos datos de 17 años, multipliquen 17 -años- por un promedio de 5 mil víctimas anuales, estamos hablando de unas 85 mil muertes reflejadas así: 38 por ciento -de violencia- en Guatemala, donde habitamos el 21 por ciento de la población, hay un fenómeno de violencia concentrado en -este departamento”, indicó.

El entrevistado agregó: “Totonicapán ha contribuido con el 0 por ciento de las muertes en estos 17 años de datos, esto es importante”.

HIPÓTESIS

Mendoza dijo que las hipótesis que se manejan sobre por qué Guatemala es uno de los departamentos más violentos y Totonicapán menos violento, están relacionadas con los procesos de urbanización y desigualdad, y por otro lado, por factores culturales.

“Una de las hipótesis es que estos fenómenos de violencia homicida tienen que ver con procesos de urbanización desordenados, aquí es donde tenemos mayores desigualdades. Uno de los factores más relacionados con la violencia es la desigualdad y esa desigualdad se da en contextos urbanos; la mayoría de la población urbanizada está en el departamento de Guatemala, -en los municipios de- Guatemala Mixco, Villa Nueva, que son los que aportan mayor violencia homicida”, reiteró.

En tanto, las razones por las que Totonicapán, Quiché, y Sololá no concentran porcentajes significativos de violencia, se debe a factores culturales y porque la pobreza está igualmente distribuida.

“Mientras que en lugares muy pobres como Totonicapán, Sololá, Quiché, la pobreza está igualmente distribuida, eso entre los factores estructurales. Luego vienen los factores culturales: el tema de los pueblos indígenas, sus instituciones y una cultura de honor que ocurre en el oriente de Guatemala, versus el derecho consuetudinario indígena”, explicó.

ESTÁNDARES INTERNACIONALES

El coordinador del Observatorio de Violencia explicó que determinados lugares son considerados pacíficos, según la cantidad de dígitos porcentuales que tengan, por eso el Altiplano guatemalteco es calificado así, porque representan un dígito –cero o uno por ciento del porcentaje acumulado.

OTROS DATOS

Según el análisis presentado la semana pasada, hasta el 30 de abril, la tendencia de delitos contra la vida sigue reflejando un descenso y muestra de ello es que se ha llegado a 24.5 homicidios por cada 100 mil habitantes.

Otros datos que aporta el estudio señalan que ha bajado la cantidad de homicidios que se cometen con armas de fuego y arma blanca, tomando como referencia el periodo de tiempo del año 2009 a 2018.

“Lo más relevante en el descenso del arma de fuego bajó el 51 por ciento y en el arma blanca bajó más de la mitad, es el 55 por ciento, solo que en -las muertes con arma blanca- tardó más, porque no fue en 2009 el -porcentaje- más alto, sino en 2006, pero ya bajaron más de la mitad en menos de nueve años”, explicó Mendoza.

En tanto, la estadística refleja que Guatemala es el país menos violento del Triángulo Norte de Centroamérica, ya que tiene el 40 por ciento menos -de delitos contra la vida- que Honduras y 60 por ciento menos que El Salvador.

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