Por Alberto Bravo
Kiev
Agencia (dpa)

Real Madrid y Liverpool disputarán mañana en Kiev el mejor partido de clubes del mundo, toda una final de la Liga de Campeones en la que los blancos intentarán entrar en la leyenda con 13 Copas de Europa y tres consecutivas, mientras los «reds» ansían su sexta corona y el regreso a la élite.

Más de 350 millones de aficionados seguirán un partido con un solo equipo destinado a la gloria. O un Real Madrid de época o un Liverpool renacido que quiere ser el David rojo que derribe al Goliat blanco.

El conjunto de Zinedine Zidane es favorito por varias razones. Cómo no serlo cuando aspira a lograr la descomunal proeza de conquistar cuatro títulos en cinco años. Pretende emular al Ajax y el Bayern Múnich, los últimos conjuntos en ganar tres trofeos consecutivos. Ocurrió en la remota década de los 70.

También está la entidad de los planteles, que se puede medir a partir de los presupuestos de uno y otro club. El Real Madrid maneja 690 millones de euros (unos 805 millones de dólares), casi el doble que el Liverpool. Por eso tiene a Cristiano Ronaldo, Gareth Bale, Luka Modric, Toni Kroos, Sergio Ramos y demás.

Pero un equipo que llega a la final no es un cualquiera y el Liverpool hizo sobrados méritos para lograrlo, eliminando entre otros al lujoso Manchester City de Josep Guardiola o a una Roma que previamente había tumbado al Barcelona.

Ninguno de los dos equipos dio síntomas de solidez en la vuelta de las semifinales. Mientras el Real Madrid se agarró al arquero costarricense Keylor Navas para superar al Bayern, el Liverpool estuvo muy cerca de dilapidar la ventaja 5-2 de la ida ante la Roma, que estuvo a un gol de forzar la prórroga.

Aquello es ya pasado y sólo cuenta lo que hagan dos equipos que prometen un partido espectacular, atendiendo a la naturaleza ofensiva de ambos. Pero al Real Madrid no le interesaría plantear un duelo de ida y vuelta, pues cierto descontrol y vértigo es lo que desea el Liverpool.

Zidane tiene la posibilidad de repetir el mismo equipo que ganó la pasada Liga de Campeones al arrollar 4-1 a la Juventus. Sin embargo, Bale se postuló como candidato a titular con sus últimas actuaciones, y más concretamente con sus goles. El técnico blanco debe elegir entre Karim Benzema, Isco y el propio jugador galés para dos puestos.

Lo que es seguro es que la punta quedará para Cristiano Ronaldo, quien busca su quinto título continental contando la Liga de Campeones que ganó con el Manchester United. Podría tener tantas como el Barcelona o el propio Liverpool en toda su historia.

«Somos el Madrid. Siempre queremos más y vamos a darlo todo para hacerlo de la mejor manera», aseguró Zidane esta semana.

Los «reds» regresan a una final continental 11 años después de perder 2-1 con el Milán. Fue una década de travesía por el desierto hasta que llegó el técnico alemán Jürgen Klopp, una estrella en sí misma y objeto de veneración por parte de sus hinchas.

Klopp añadió vértigo y pasión al conjunto inglés, capaz de ganar a cualquiera con las flechas que tiene en ataque. Sus 46 goles en 15 partidos suponen un récord en la Liga de Campeones. Y 29 de ellos llevaron la firma del eléctrico «tridente» formado por Roberto Firmino, Sadio Mané y Mohamed Salah. Éste último vivió su año de explosión y su club lo tasó ya en 200 millones de euros.

Se prevé un Liverpool agresivo que presione al Real Madrid en área rival desde el comienzo, conocidos los problemas que esta temporada mostraron los blancos en la salida de balón desde la defensa.

Si el conjunto de Zidane consigue una circulación de pelota fluida, habrá dado un paso adelante en sus aspiraciones por ganar nuevamente el trofeo. De otra forma, quedará muy expuesto ante uno de los conjuntos más imprevisibles de Europa por su capacidad atacante y su fragilidad defensiva.

«Estamos en un gran momento, tanto el club como los chicos. Hemos acabado la temporada de la mejor forma posible y tenido el tiempo necesario para preparar el partido. Nos sentimos bien y estamos donde merecemos. Ha sido un viaje muy emocionante y queremos acabarlo bien», aseguró Klopp en la previa.

Cerca de 70 mil espectadores seguirán el partido desde el Estadio Olímpico de Kiev y muchos millones estarán pendientes del televisor para comprobar uno de los mayores espectáculos del mundo. El Liverpool llama a las puertas del cielo y el Real Madrid tiene una cita con la leyenda. Le urge, pues es el único título importante que puede ganar esta temporada. Su perspectiva es tan clara como cruel: para los blancos, un partido es la distancia entre el éxito y el fracaso.

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