Félix Loarca Guzmán
Tramitar un pasaporte por primera vez o renovar el ya existente en las oficinas de Migración situadas en la zona cuatro de la capital de Guatemala, se ha convertido en una pesadilla ante la indiferencia de las autoridades del gobierno del presidente Jimmy Morales.
Este es un problema crónico que enfrentamos desde hace varios años, pero que en los últimos días rebasó los límites de la paciencia de los guatemaltecos que han tenido que llegar a hacer “cola” desde las dos de la madrugada, encontrando que los primeros lugares ya estaban “ocupados” por tramitadores quienes literalmente se habían “adueñado” de esas instalaciones cobrando por los primeros ocho lugares hasta quinientos quetzales.
Los ciudadanos están profundamente indignados por lo obsoleto y desordenado del proceso de la emisión de los pasaportes, lo cual se presta a actos de corrupción.
Ante las numerosas denuncias, el ministro de Gobernación, Enrique Degenhart, se vio obligado a ordenar un nuevo sistema para enfrentar el problema, el cual consiste en asignar números a los interesados en el trámite, a la vez de ampliar el horario de atención de 8:00 a 19:00 horas.
El pasado lunes, el director general de Migración, Emilio Morales, realizó un operativo desde las primeras horas de la madrugada en compañía de agentes de la policía, para impedir la presencia de los tramitadores.
Esta es la segunda vez en los últimos meses que los agentes de las fuerzas del orden han tenido que actuar para contrarrestar la presencia de los gestores. Sin embargo, este solamente es un paliativo. Lo que se debe hacer es diseñar un nuevo mecanismo de emisión de los pasaportes como, por ejemplo, el que ya utiliza la empresa encargada del trámite de las licencias de conducir, que no solo es eficiente, sino ágil.
No cabe la menor duda que estas personas han venido actuando con toda impunidad gracias a la ineficiencia o tolerancia de las autoridades de Migración.
En lugar de perder el tiempo en “baños de adulación”, como el que le brindaron altos jefes de la policía, cuando el Ministro de Gobernación, llegó la semana pasada al acto de toma de posesión de la nueva Fiscal, este funcionario debería de dedicar su mayor esfuerzo para resolver el problema de los pasaportes de la mejor manera, ya que él mismo ha contribuido a erosionar aún más la pésima imagen que la ciudadanía tiene del actual gobierno de Guatemala.