Por LAURA MILLS y JUERGEN BAETZ,
MOSCÚ
Agencia AP
Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron ayer una nueva tanda de sanciones que limitarían el comercio de armas y tecnología que puede usarse en la industria petrolera y para propósitos militares. La Unión Europea prohibió a los bancos de capital estatal ruso que participe en sus mercados de capital.
Estados Unidos y la UE acusan a Rusia de ayudar a los rebeldes separatistas que combaten al gobierno de Ucrania en el este del país, a quienes se acusa de derribar un avión de Malaysia Airlines este mes.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso dijo que Washington «hace acusaciones sin base». En un comunicado acusó a Estados Unidos de conducirse «en forma pretenciosa y persecutoria».
Se espera que el impacto más inmediato para Rusia se derive de las sanciones financieras. En una muestra inicial de la preocupación que generó, el miércoles el Banco Central anunció que respaldará a las instituciones de crédito afectadas por las penalizaciones.
«Los bancos propiedad del Estado son el núcleo del sistema bancario ruso. En conjunto manejan la mitad de los activos y los créditos, juegan un papel muy significativo», dijo Vladimir Tikhomirov, economista en jefe en la firma BCS. «Dado que tendrán dificultades para reunir capital, eso restringiría su capacidad para prestar a otros bancos».
Autoridades estadounidenses dijeron que alrededor del 30% de las operaciones del sector bancario ruso serán afectadas por las sanciones.
La Unión Europea también tomó medidas para prohibir la exportación de tecnología que puede usarse en exploración y explotación de petróleo en Rusia, que depende mucho de la experiencia de Occidente. Autoridades de la Unión señalaron que la sanción apenas afectaría a la décima parte de las exportaciones de tecnología al país y algunos analistas señalan que esos proyectos no sentirán el impacto sino hasta el próximo año.