Javier Monterroso

En las últimas semanas los columnistas de opinión de extrema derecha se han mostrado especialmente racistas, el miedo a que los pueblos indígenas se organicen para la exigencia de sus derechos es enorme, los calificativos hacia los integrantes de estos pueblos van desde feos hasta popo, llegan a calificar al indígena como bolo, machista y necio como si el resto de guatemaltecos no tuviera también esas taras, atribuirle todos los males de un país a un grupo étnico determinado sin profundizar en las causas estructurales de su situación se llama racismo.

La extrema derecha también es mentirosa, saben porque han viajado y leído que los países con índices de desarrollo humano más altos son aquellos donde el Estado ha invertido fuertes sumas de dinero en educación, salud, desarrollo rural, donde subsidian la producción, donde se cobran altos impuestos y se protegen los derechos laborales, pero eso nunca lo dicen en sus columnas, siempre retratan al Estado como el gran enemigo, el que despoja a la gente honesta del fruto de su trabajo, sin ser grandes empresarios son serviles defensores de los mayores evasores de impuestos, así como sin ser militares son los que más niegan las violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado interno.

La extrema derecha incluso es populista, por supuesto que critican los regímenes populistas de Suramérica, pero a su manera también prometen cosas imposibles e irreales con tal de convencer de sus argumentos, por ejemplo, que en el futuro toda la población podrá contar con una computadora y un iphone y que entonces ya no serán necesarios los maestros, prometen que a través de la tecnología la gente dejara de sufrir, no reconocen que el acceso a la tecnología es imposible sin los servicios básicos esenciales de los cuales aún se carece en muchas áreas del país, y que sin una educación básica las computadoras y teléfonos inteligentes no son herramientas para el desarrollo sino solo entretenimiento.

Pero la extrema derecha también es muy popular en ciertos sectores, el columnista que en este mismo diario asume que el indígena es pobre porque quiere tiene el récord más alto de likes en la historia del periódico, y la politóloga que quiere una república sin democracia al estilo de los antiguos griegos tiene miles de seguidores en las páginas sociales. La popularidad de estas ideas en los sectores urbanos de clase media es debido a que utilizan la mentira, el racismo y el populismo para lograr sus objetivos, exacerbando los sentimientos y creencias más básicas de una juventud que precisamente porque su formación proviene de computadoras en vez de libros y maestros se creen todo lo que venden a través del internet.

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