BOSTON
AP
Las armas de asalto y los cargadores de gran capacidad no están protegidos por la Segunda Enmienda constitucional, falló ayer un juez federal, con lo que ratifica una prohibición de Massachusetts a tales pertrechos.
El juez federal de distrito William Young desestimó una impugnación contra la prohibición establecida hace 20 años, y dijo que las armas de asalto son armas militares que están fuera de las protecciones del derecho constitucional a «portar armas».
Las regulaciones sobre las armas son un asunto de política, no de las cortes, dijo.
«Otros estados son igualmente libres de no establecer regulaciones y dejar que estén disponibles para sus ciudadanos», dijo Young. «Estos asuntos de política simplemente no son de coyuntura constitucional. Los estadounidenses no tienen miedo de tener un debate intenso sobre estos asuntos. A esto le llamamos democracia».
La procuradora general del estado Maura Healey dijo que el fallo «reivindica el derecho del pueblo de Massachusetts a protegerse de estas armas de guerra».
«Tener fuertes leyes sobre armas salva vidas, y el cabildeo de la industria de armas no nos va a amedrentar en nuestra labor de poner fin a la venta de armas de asalto y proteger a nuestras comunidades y escuelas», dijo Healey, en un comunicado. «Las familias de todo el país debe tomar en serio esta victoria».
Los rifles de asalto AR-15 han estado en la mira porque han sido usadas en varias masacres recientes, incluyendo el tiroteo de febrero en una secundaria de Florida, donde murieron 17 personas.
La Liga de Acción de Dueños de Armas de Massachusetts y otras organizaciones que entablaron la demanda argumentan que el AR-15 no puede ser considerado un arma militar porque no puede disparar en modalidad completamente automática.
Pero Young rechazó dicho argumento, y señaló que el diseño del AR-15 semiautomático se basa en armas “que fueron manufacturadas inicialmente con propósitos militares”, y que el AR-15 es “común y bien conocido en las fuerzas armadas”.
“El AR-15 y similares, junto con los cargadores de alta capacidad, simplemente no son armas que quepan en el significado original del derecho constitucional individual a ‘portar armas’”, escribió Young.