San Francisco
Agencia (dpa)

En el marco de sus intentos por recuperar una imagen dañada por las acusaciones de sexismo y discriminación, Uber acaba de cerrar con el pago de 10 millones de dólares una demanda judicial colectiva presentada por tres ingenieras hispanas en Estados Unidos.

La demanda fue presentada en octubre del año pasado por Ingrid Avendaño, Roxana del Toro López y Ana Medina.

«Como resultado de las políticas, patrones y prácticas de Uber, las mujeres ingenieras y los ingenieros de color reciben una compensación menor y son promocionados menos que sus contrapartes masculinos y/o blancos o asiático-americanos», aseguraron en el escrito, presentado en nombre 420 personas en una corte de California.

El acuerdo entre las partes fue registrado en la Corte Federal del Distrito Norte de California el 26 de marzo.

Los casos más antigos a los que hacía referencia la demanda se remontan a 2013.

A esa fecha apuntó la propia empresa en declaraciones de un portavoz recogidas por medios estadounidenses para asegurar que desde entonces las cosas han cambiado en la start up californiana. «Solo el año pasado hemos implementado una nueva estructura de salario y equidad basada en el mercado», indicó el vocero.

Las acusaciones de sexismo y discriminación en Uber tuvieron consecuencias directas en la empresa el año pasado, cuando dimitió el fundador y director ejecutivo Travis Kalanick.

Desde septiembre pasado, Dara Khosrowshahi, el nuevo director ejecutivo de Uber, intenta reestructurar la empresa y sacarla de la crisis de imagen que generaron las acusaciones de sexismo y discriminación, así como de robo de tecnología y espionaje de competidores.

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