Roma
DPA

La derrota por 2-0 ante Argentina en Mánchester dejó en claro que el camino de la reconstrucción de la Selección italiana de fútbol tras su fracaso en la clasificación para el Mundial de Rusia 2018 será largo y con complicaciones.

«Italia sigue siendo pequeña», escribió el diario «La Gazzetta dello Sport» en su portada del sábado, un titular que refleja que el optimismo por ver la recuperación de «La Nazionale» es una opción todavía lejana.

El único pequeño estímulo se puede encontrar en el inicio de la segunda mitad, cuando los «azzurri» asustaron a los «albicelestes» con un par de ocasiones perdidas por Lorenzo Insigne y Ciro Immobile ante el arquero Wilfredo Cabellero. Sin impacto en el juego, tampoco entusiasmó el estreno de los delanteros juveniles Federico Chiesa y Patrick Cutrone.

La desilusión fue mayor, incluso, porque enfrente no estuvo la mejor Argentina posible. Sin Lionel Messi ni Sergio Agüero, el conjunto dirigido por Jorge Sampaoli exhibió algunas caras novedosas como los mediocampistas Giovanni Lo Celso y Manuel Lanzini o los laterales Fabricio Bustos y Nicolás Tagliafico, y pese a ello se mostró dominador durante todo el primer tiempo y la parte final del juego, cuando aseguró el triunfo con goles de Ever Banega y Lanzini.

Convertir goles es la principal preocupación de Luigi Di Biagio, técnico de Italia, como lo fue antes para Gian Piero Ventura, quien fue despedido en noviembre luego de la eliminación ante Suecia que condenó a Italia a perderse un Mundial por primera vez en 60 años.

La «Azzurra» no anotó goles en sus últimos tres partidos, entre ellos los dos juegos decisivos ante Suecia. Antes sólo había convertido un gol por encuentro ante Israel, Macedonia y Albania, después de haber caído 3-0 ante España, cuando perdió todas las opciones de clasificarse de manera directa a Rusia.

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