PARÍS
AP
El fútbol ofensivo de Francia puede ser comparado con un juego de estrellas del básquetbol: movimientos aparatosos, habilidades sorprendentes en lo individual y definiciones impresionantes.
La delantera francesa se jacta de contar con Kylian Mbappé y Ousmane Dembélé, dos de los tres jugadores más caros del mundo, y el líder goleador de la Eurocopa 2016, Antoine Griezmann.
Cuando todas las piezas se juntan, es un deleite verlo, pero tras bastidores, Francia tiene serios problemas por resolver antes que inicie su actuación en la Copa del Mundo el 16 de junio.
Como subcampeón de la Euro 2016, la Selección francesa será justamente considerada entre las favoritas en Rusia. Pero sus futuros rivales han de estar sorprendidos por la facilidad con que Colombia penetró una débil defensa de Francia y superó a su tentativa alineación al mediocampo el viernes. Tras ir perdiendo 2-0, Colombia remontó para ganar 3-2 en una verdadera exhibición de ajustes tácticos y presión que desconcertó al técnico galo Didier Deschamps.
Francia mostró flaquezas similares ante Alemania, actual campeón mundial, en noviembre, desaprovechando la ventaja en dos ocasiones para terminar con un empate de 2-2. En ambas veces, los franceses fallaron oportunidades debido al deseo de lucirse en la definición al tratar de anotar goles memorables antes de ser castigados sin misericordia.
Resulta particularmente preocupante para Deschamps, que considera de máxima importancia la disciplina táctica, el compromiso, el liderazgo y una labor defensiva con pocos riesgos. Esos fueron los sellos distintivos de las selecciones francesas que conquistaron el Mundial de 1998 y la Euro 2000 _con el combativo mediocampista Deschamps como capitán. Sin embargo, tales rasgos no aparecieron ante Colombia el viernes.