Por Andrea Jumique
ajumique@lahora.com.gt

Dayana H. Enamorado, originaria de Tegucigalpa, Honduras, llegó a Estados Unidos en 2006 cuando tenía dieciséis años, debido a problemas familiares. A pesar de su corta edad, la experiencia de migrar muy joven la ha hecho madurar, aprender a buscar el bien de los demás y luchar por sus sueños a pesar de las adversidades.

En una entrevista con La Hora Voz del Migrante, Dayana comentó que hace algunos años enfrentó una difícil situación en su país natal, por lo que tuvo que salir de Honduras, lo cual atribuye a que ese país no cuenta con una adecuada legislación relacionada a la protección de la mujer para que la apoyara, por lo que decidió migrar.

Actualmente, Dayana estudia el onceavo grado de la secundaria y debido a que el término de corrupción e impunidad ha estado presente en varias etapas de su vida, participa en acciones que tengan el enfoque de luchar contra estos problemas. “Participó en la clase de ciencias políticas y en acciones relacionadas con la lucha contra la corrupción e impunidad en Centroamérica, por ejemplo, participó como filmadora de videos y editora de fotos”, dijo.

H. Enamorado indicó que los principales obstáculos por los que pasó cuando llegó al país norteamericano fueron el no hablar inglés, desconocer las leyes y enfrentarse a un proceso “muy duro y rápido”.

PROCESO DE MIGRACIÓN

Con el objetivo de crecer profesionalmente en el futuro y porque además debe realizar todos los procesos necesarios para obtener su papelería migratoria, Dayana indicó que se está formando en procesos de migración. Además, está aprendiendo acerca de las leyes migratorias tanto de Estados Unidos como de Honduras.

“Debemos de dedicar tiempo para aprender las leyes de ambos países. Aunque yo soy ciudadana hondureña debo conocer las leyes de mi país y de las de aquí -Estados Unidos- porque debemos de aprender a defendernos. En la vida es muy difícil ser niña migrante”, indicó.
Debido a la experiencia que ha adquirido en las diferentes audiencias a las que ha asistido durante su proceso de migración, Dayana indicó que los principales obstáculos que presentan los jóvenes es el no tener la confianza para encontrar a una persona que le ayude a resolver los problemas que se vayan presentando.

Dayana aconseja a los demás jóvenes que también están pasando por procesos de migración a no tener miedo de buscar ayuda con algún abogado de migración o en alguna iglesia. “Los jóvenes tenemos que cumplir la ley, aunque nos toque madurar más rápido. A las mujeres les digo que las leyes aquí -en Estados Unidos- las protegen. Todos somos responsables de cumplir las normas y buenas costumbres de este país concluyó.

AGRADECIDA CON EE. UU.
La entrevistada comentó que se siente agradecida con las autoridades de Estados Unidos por darle la oportunidad “en un país en donde las leyes sí se cumplen y en donde las mujeres son protegidas por un sistema de justicia real”.

“Estados Unidos me ha enseñado qué es vivir en un país donde se cumplen las leyes, donde todos los menores debemos ir a la escuela y si los adultos no cumplen los mandan a la corte, y donde pegarle a una mujer tiene consecuencias con la Policía. Además, en donde no importa la edad de uno, debemos cumplir la ley y hay autoridades confiables” agregó.

ESPÍRITU ALTRUISTA

Uno de los sueños de Dayana es ser enfermera geriátrica, especialidad encargada del cuidado del adulto mayor, debido a que es una forma de apoyar a las personas de la tercera generación. “Me gusta porque nuestros ancianos necesitan atención ya que a veces son abandonados y yo quiero ayudarlos”, afirmó.

Artículo anteriorAsí es Guatemala, organización en pro de talentos guatemaltecos
Artículo siguienteRemesas que se invirtieron en negocios para atender a turistas