POR AMANDA LEE MYERS Y JOHN ANTCZAK/AP
Los Ángeles
Aunque la primera fase de una tormenta procedente del Pacífico no causó graves problemas en California, una nueva ronda de lluvias que comenzó hoy está poniendo nerviosos a residentes y autoridades.
Tras una noche calmada, la tormenta cobró intensidad antes del amanecer en la costa central del estado, donde miles de personas han sido evacuadas debido a amenazas de deslaves de escombros y riadas en zonas quemadas.
Los meteorólogos advirtieron que todavía era muy posible que haya desastres.
«Estamos muy preocupados», dijo Joe Sirard, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología. «Esperamos que este no sea un escenario de alerta falsa en el que la gente no cree lo que estamos diciendo».
La tormenta llegó esta semana a la costa central de California y avanzó tanto hacia el sur, a la región de Los Ángeles, así como hacia el norte, a la Bahía de San Francisco, alimentada por una larga columna de humedad subtropical llamada río atmosférico o «Pineapple Express» debido a que se origina en Hawái.
También se movió hacia el este, trasladando la amenaza de inundaciones al valle de San Joaquín y a la Sierra Nevada, donde las alertas por nieve seguían activas y varias rutas requerían que los vehículos circularan con cadenas en las llantas.
Se prevé que llueva en el sur de California hasta el viernes por la mañana, mientras que las tormentas continuarán en el norte.
En cinco puntos del estado, incluyendo Santa Barbara, Palmdale y Oxnard, se batieron récords con 4,5 centímetros (casi 1,8 pulgadas) de lluvia el miércoles en la noche. El récord anterior fue en 1937, cuando hubo una acumulación de 7,6 centímetros (1,3 pulgadas) de lluvia.
Hubo casi 13 centímetros (cinco pulgadas) de lluvia en el norte del condado de San Luis Obispo, mientras que se juntó siete centímetros (2,7 pulgadas) en Santa Clarita, al norte de Los Ángeles, y 6,6 centímetros (2,6 pulgadas) en el condado de Santa Barbara.
Las autoridades monitorean de cerca el condado de Santa Barbara con la esperanza de que no se repitan las riadas masivas de enero tras los incendios forestales, que arrasaron la comunidad de Montecito y dejaron 21 fallecidos.