Por CHUCK KING
JUPITER, Fla.
Agencia (AP)
Durante varias primaveras, los Cardenales de San Luis han proclamado planes para darle respiro a Yadier Molina en la campaña para que pueda llegar fresco a la recta final y los playoffs.
Esas intenciones siempre dejan desconcertado al receptor puertorriqueño.
“No entiendo por qué la gente siempre me quiere sacar de la alineación”, dijo Molina.
Tiene cierta razón.
Dueño de la misma cantidad de Guantes de Oro que su número de selecciones para el Juego de Estrellas ocho dejar sentado a Molina no es una decisión prudente.
No ha sido titular en menos de 130 juegos solo una vez desde 2009. La excepción fue aquella temporada de 2014 en la que sufrió un desgarro de ligamento en el dedo pulgar.
Con 35 años, Molina es el único jugador de posición titular que sobrevive del equipo de los Cardenales que ganó la Serie Mundial de 2011. Es el general, y está dispuesto para el combate todos los días.
Pese a la insistencia de dosificarlo, un simple dogma obliga a que el manager Mike Matheny anote el nombre de Molina en la tarjeta de la alineación.
“El que nos ofrece la mejor oportunidad (de ganar) ese día es el que saldrá a jugar”, dijo Matheny. “Luce en gran forma. Por eso trabaja tan fuerte — y por eso puedo dar esa respuesta”.