Félix Loarca Guzmán

El abogado y profesor universitario Manuel Colom Argueta, ha sido uno de los más importantes dirigentes políticos en la historia reciente de Guatemala.

Una de sus acciones sobresalientes fue que logró organizar al más grande partido político de masas en la década de los años setenta, el Frente Unido de la Revolución, FUR, luego de una tenaz lucha por su inscripción ante las autoridades electorales.

Colom Argueta había acumulado gran apoyo de la población por méritos propios en su lucha inquebrantable por las causas populares, por la democracia y el imperio del Estado de Derecho. La historia lo recuerda como un luchador incansable y sin dobleces por los derechos del pueblo y la Nación.

En 1970, un Comité Cívico lo postuló como candidato a Alcalde de la ciudad de Guatemala alcanzando un triunfo arrollador. Gracias a su perseverancia y a que era un hombre de principios y convicciones, no cedió ante las presiones de los poderosos, ni de los grupos de interés, lo cual fue decisivo para ganar el apoyo popular. Las páginas de la historia lo recuerdan como el mejor Alcalde de la ciudad de Guatemala durante la época contemporánea.

Entre sus obras más destacadas figuran la elaboración del Plan de Desarrollo Urbano, el anillo periférico, la construcción del viaducto de la 24 calle que une las zonas 5 y 3, el impulso de la ejecución de los colectores gigantes que bajo tierra llevan las aguas negras de la ciudad para proteger la salud de los habitantes, la creación de dispensarios populares brindando asistencia médica y odontológica a las familias pobres.

El 15 de marzo de 1979, logró la inscripción de su partido, hecho que lamentablemente fue el preludio de su muerte tan solo siete días después. El jueves 22 de marzo de 1979, en un crucero de la zona 9, un Comando paramilitar integrado por aproximadamente 15 hombres fuertemente armados, le tendió una emboscada causándole la muerte.
Un informe de Comisión para el Esclarecimiento Histórico, señaló que el exalcalde de la capital, recibió el impacto de 24 proyectiles calibre 45 milímetros, la mayor parte en el cráneo, el rostro y el tórax. Una de las hipótesis más difundidas, indica que su ejecución pudo ser dirigida desde un helicóptero por un alto jefe del Estado Mayor del Ejército, quien buscaba ser candidato presidencial y que posiblemente trataba de allanar el camino al considerar a Colom Argueta como un candidato difícil de vencer por la vía electoral al frente de su propio partido.

Mañana jueves 22 de marzo se cumplirán 39 años de este asesinato, que como muchos otros quedó en la impunidad. Sin embargo, Manuel Colom Argueta figura entre los hombres que nunca mueren. Su pensamiento sigue vivo, y ha entrado a la historia por la puerta grande.

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