Por HYUNG-JIN KIM
SEÚL, Corea del Sur / AP
Un tribunal de distrito surcoreano condenó a 36 años de prisión al capitán de un transbordador que naufragó, señalando que fue negligente y abandonó a sus pasajeros en el desastre en abril, en el que murieron más de 300 personas.
El esperado veredicto se produjo mientras continúan el dolor y las acusaciones en torno a uno de los peores desastres de la historia de Corea del Sur. Los familiares de las víctimas, en su mayoría adolescentes, criticaron de inmediato la sentencia para el capitán Lee Joon-seok y otros cuatro tripulantes, al considerarla demasiado suave. Algunos de los parientes lloraron y gritaron durante la sesión en el tribunal.
«¿Sabe cuántos niños están muertos?», dijo uno de los familiares, según un abogado de la defensa.
El Tribunal del Distrito de Gwangju, en Corea del Sur, absolvió a Lee de un cargo de homicidio porque resultaba difícil creer que supera que sus acciones pudieran causar tal número de muertes, según un comunicado judicial. El texto señaló que Lee había dado una orden de evacuación.
El capitán, demonizado por el público, podría haber sido condenado a muerte por los cargos de homicidio. Corea del Sur no ha ejecutado a nadie desde 1997, aunque sus tribunales emiten de forma ocasional veredictos de pena capital.