Francisco Cáceres Barrios
caceresfra@gmail.com

Al terminar de escribir mi anterior artículo consideré conveniente ampliar algunos conceptos sobre la prevención de accidentes de tránsito, pues para que sea efectiva, deben tomarse en conjunto medidas tanto en lo individual como socialmente. Es importante tener presente que no solo deben intervenir las autoridades u organismos del Estado sino cuanta entidad descentralizada, de servicio a la comunidad, de carácter privado y público deba tomarse en cuenta uniendo a toda la sociedad para lograr el bien común, impidiendo en la medida de lo posible los hechos que causan daños y perjuicios a la misma.

Sociedades más avanzadas que la nuestra para lograr el desarrollo de la prevención de accidentes, han sido más exitosas incorporando a todo el conglomerado social, mujeres y hombres, niños, jóvenes, adultos, como todas las ocupaciones y profesiones existentes y así poder desarrollar una cultura de prevención, lo que paulatinamente va creando o mejorando el sentido de responsabilidad, así como verificar que cada uno de sus miembros la asuma permanentemente hasta lograr que cada quien vele por el cumplimiento de las disposiciones legales y de buenas costumbres.

De esa cuenta, las autoridades no solo deben capacitarse técnica y legalmente lo mejor posible, sino deben ser los primeros en dar el mejor buen ejemplo, respetando las disposiciones atinentes como mantener en óptimas condiciones, entre otras cosas, las calles y carreteras, para que la señalización que aparte de cumplir las normas internacionales deben ser lo más claras, visibles y comprensibles para todo el mundo, advirtiendo desde ya que en la prevención de accidentes no cabe la politiquería ni mucho menos los intereses particulares.

Para finalizar este esbozo de lo que considero es necesario hacer para prevenir los accidentes de tránsito, lo que ha llegado a ser en nuestro país un problema nacional de primera magnitud, debe recordarse la necesidad de implementar programas educativos en todo el país, tanto en centros privados y públicos a niveles primarios, secundarios, técnicos y universitarios, como la concientización, educación, formación y orientación masiva para que con carácter permanente logre consolidar lo que dije al principio: el bien común, logrando reducir al mínimo las consecuencias de los inmensos daños y perjuicios que por los accidentes ya padece nuestra población.

Hay que advertir que no es criticando a quién o quiénes tienen mayor culpa o responsabilidad en la incidencia de los accidentes de tránsito como se logra evitarlos, sino es a través de análisis y estudios como se determina técnica y científicamente cuáles son las condiciones o actos peligrosos que los causan y hasta entonces tomar las medidas necesarias para evitarlos, ya fuera a través de la legislación o las acciones y medidas preventivas más eficaces.

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