POR CLAUDIA PALACIOS
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La persecución penal ineficiente, los bajos niveles de riesgo y las grandes ganancias impulsaron el crecimiento y organización de toda una industria de robo de propiedades a nivel nacional. De las 2 mil denuncias investigadas por el Ministerio Público, el golpe más grande fue la captura de 34 miembros de la banda criminal “Los Topacio” que, según la fiscalía, apenas constituyen una mínima parte del total de personas dedicadas al despojo de propiedades.

Luego de la muerte de su padre, José M. recibió como herencia una propiedad pequeña ubicada en la zona 6 de la capital. Ahí residía con su familia y, según su testimonio, estaba en trámites para pasar el bien a su nombre cuando, sin aviso alguno, cuatro radiopatrullas de la Policía Nacional Civil y personas vestidas como fiscales del Ministerio Público se presentaron a su casa y por la fuerza lo sacaron junto a su familia. Le explicaron que él ya no era el dueño de dicha propiedad.

Una organización criminal falsificó la firma del padre de la víctima, incluso luego de fallecido, y efectuó un proceso de compra-venta irregular para cambiar de dueño al bien.

Con miedo, la víctima denunció su caso en el Ministerio Público (MP) y su expediente se sumó los cientos que se investigaban por separado, hasta que los fiscales comenzaron a atar todos los cabos sueltos, y detectaron que detrás del despojo de bienes hay organizaciones bien estructuradas.

Mario J. (nombre ficticio), exmilitar, fue despojado de un terreno del cual era beneficiario. De acuerdo con las investigaciones, la banda obtuvo sus datos y mediante la falsificación de documentos y la suplantación de identidad, un notario registró un falso casamiento con una mujer que sirvió de testaferro a la estructura y a quien la víctima ni siquiera conocía.

LOS TOPACIO

El 5 de diciembre pasado, el Ministerio Público en coordinación con el Ministerio de Gobernación realizó 50 allanamientos en Esquipulas, Chiquimula; Puerto de San José, Escuintla; Jocotenango, Sacatepéquez; y Mixco, Guatemala, en los que se logró capturar a 17 personas señaladas de integrar la estructura criminal “Los Topacio” dedicada a la apropiación y despojo de inmuebles. Entre los capturados se encontraban diez notarios y un trabajador del Archivo General de Protocolos del Organismo Judicial.

De acuerdo con uno de los fiscales, a cargo de la unidad del MP asignada especialmente para la investigación y litigio de los casos vinculados a la estructura criminal “Topacio”, la banda tenía 25 años de operar en el país sin que existiera una persecución penal efectiva.

La relación de varias denuncias, el análisis de documentos y el testimonio de una colaboradora eficaz permitieron entender la conformación y el funcionamiento de la banda que, se estima, está integrada por 75 miembros y es presuntamente dirigida por Mynor Giovanni Álvarez Jacobo, ahora detenido y en espera de juicio.

Las investigaciones señalan que el objetivo de la banda son personas de la tercera edad y residentes en el extranjero aunque según lo explica la fiscalía, puede ser cualquier persona que anuncie una propiedad.

En un principio, el modo de operación era sencillo; “Los Topacio” identificaban un bien inmueble, investigaban detalles del propietario y mediante una escritura notarial efectuaban el traspaso del inmueble a una persona que actuaba como testaferro de la estructura. Posteriormente, esta persona la empeñaba con un usurero a cambio de una deuda que nunca pagaba, de modo que el usurero se quedaba con la propiedad y si deseaba hacer uso de ésta iniciaba un juicio contra los legítimos dueños argumentando que había obtenido el bien de buena fe.

Veinticinco años después el sistema de justicia aún no había comprendido las formas de operación de las estructuras dedicadas al robo de inmuebles y de acuerdo con investigadores, esta situación fue aprovechada por la banda para diversificar sus métodos, al punto de cambiar a los usureros por bancos, ya que estos podían prestar más dinero por las propiedades. Hasta la fecha solo se ha documentado una estafa a banco y una sociedad anónima.

Mario J. (nombre ficticio), exmilitar, fue despojado de un terreno del cual era beneficiario. De acuerdo con las investigaciones, la banda obtuvo sus datos y mediante la falsificación de documentos y la suplantación de identidad, un notario registró un falso casamiento con una mujer que sirvió de testaferro a la estructura y a quien la víctima ni siquiera conocía.

Tiempo después, la estructura volvió a suplantar la identidad del dueño del bien y a través de un acta de liquidación conyugal, se hizo un traspaso del inmueble a la supuesta esposa, quien lo vendió a otra persona.

Hasta la fecha, la fiscalía tiene aproximadamente 40 denuncias vinculadas a la banda y se cuentan más de 100 víctimas. Actualmente 34 presuntos miembros de la banda enfrentan proceso penal, pero el despojo ilegal de propiedades sigue siendo una industria delictiva lucrativa en todo el país.

EL USO DE LA FUERZA

El miedo es el arma principal que utilizan estas estructuras para permanecer en la impunidad. Las investigaciones del MP han develado que muchos despojos de inmuebles han sido posibles luego del asesinato de los propietarios, sobre todo en el caso de las personas mayores de edad.

En 2013 el Tribunal Sexto de Sentencia Penal condenó a ocho años de cárcel a Liliana Lizbeth Rodríguez Paiz, alias La Tarántula, presunta líder de una banda de robo de propiedades. Las pesquisas indicaban que Rodríguez era la encargada de contactar y engañar a los dueños de los inmuebles y en ocasiones los suplantaba.

Según el MP, si el propietario original de la finca buscaba justicia para recuperar sus bienes, Rodríguez contrataba un sicario para que lo asesinara y continuaba con los trámites del despojo. Ese mismo año, el MP registró 114 asesinatos vinculados al despojo de propiedades.

Según la fiscalía, las bandas amedrentan e intimidan a las víctimas para que no denuncien. De las 100 personas afectadas por “Los Topacio”, solamente tres se han constituido como querellantes adhesivos en el proceso legal contra miembros de la banda y muy pocos están dispuestos a rendir declaración.

Luego de que Carol Patricia Flores, jueza primero de Mayor Riesgo A, enviara a prisión a 24 presuntos miembros de “Los Topacio”, la togada denunció amenazas en su contra que se extendieron contra la fiscal a cargo del caso y la querellante.

EL PUNTO DE INFLEXIÓN

Para los fiscales del Caso Los Topacio el punto de inflexión que posibilita las actividades criminales de la banda es el abuso de la fe pública que gozan los notarios, la cual se ejerce en garantía del Estado para acreditar la veracidad y autenticidad de un hecho.

La notaria Alicia Valenzuela tiene una decena de cargos en su contra por su presunta vinculación con la organización criminal, incluyendo una escritura en la que dos menores comparecen como mayores de edad para permitir el traslado de los bienes que legítimamente les pertenecían.

De acuerdo con la fiscalía, el uso que de los protocolos y notarios hacen las estructuras dedicadas al despojo de bienes es variado. Se han encontrado casos en los que los abogados están directamente involucrados con la red, así como otros casos en los que las redes utilizan protocolos de personas sin su consentimiento o realizan los trámites mediante engaños con documentos falsos.

El abogado Carlos Molina Mencos cree que a pesar de que es fácil engañar a un notario con documentos falsos, en el caso de traspaso de propiedades los notarios deben consultar con el Registro de la Propiedad quiénes son los dueños legítimos de los bienes y estar atentos a actitudes sospechosas, como la compra de un inmueble cuyo valor no corresponde a la capacidad económica del adquiriente.

Los abogados de la parte acusatoria ven un problema en que la celebración del debate se haga hasta el 2016, debido a que la prisión preventiva de los sindicados difícilmente se podrá alargar por ese tiempo e incluso muchos de ellos ya fueron beneficiados con medida sustitutiva, en su mayoría notarios.

EL DESPOJO NO TERMINA

De acuerdo con el MP, la estructura de “Los Topacio” representa apenas un pequeño porcentaje del total de personas dedicadas al robo de propiedades inmuebles. La gran mayoría de denuncias permanece en la impunidad y muchas víctimas son amedrentadas para que no se acerquen a las autoridades competentes.

Según la Registradora General de la Propiedad, Anabella de León, las redes del crimen organizado que se dedican al robo de inmuebles en Guatemala están proliferando. En el año 2012 aseguró que el Registro detectó alrededor de mil 400 intentos de despojo y en 2013 la cantidad aumentó a mil 800.

De cada 10 bienes despojados, casi una tercera parte pertenece a migrantes nacionales que se fueron a trabajar al exterior y como fruto de su esfuerzo lograron adquirir un bien inmueble.

Para la Registradora de la Propiedad es grave que una persona pueda ser despojada de un bien sin que se dé cuenta y resaltó que desde el Registro se inició con la implementación de mecanismos de protección para evitar que se cometa este delito.

Según la funcionaria se han establecido más medidas de seguridad registral y se habilitó el servicio para inmovilizar la propiedad para los ciudadanos.

En agosto del año pasado, el Registro General de la Propiedad firmó un convenio con el MP y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala para volver más eficientes los esfuerzos interinstitucionales contra estas redes de criminalidad.

La Fiscalía, sin embargo, no cuenta con los recursos necesarios para efectuar las investigaciones. Dos fiscales titulares y tres auxiliares son los encargados de estudiar los casi 2 mil folios de evidencia recabada en el caso de “Los Topacio”, pero de acuerdo con uno de ellos, se necesitaría al menos una persona por denuncia.

El juicio contra “Los Topacio” está programado para celebrarse hasta 2016 debido a la agenda del Tribunal asignado, pero mientras tanto el MP sigue sumando sindicaciones y hechos a la carpeta judicial a medida se van descubriendo los alcances de esta organización.

Según la Registradora General de la Propiedad, Anabella de León, las redes del crimen organizado que se dedican al robo de inmuebles en Guatemala están proliferando. En el año 2012 aseguró que el Registro detectó alrededor de mil 400 intentos de despojo y en 2013 la cantidad aumentó a mil 800.


LOS TOPACIO

Presunto Jefe: Mynor Giovanni Álvarez Jacobo
Número de detenidos: 34
Número de personas en libertad: 30*
Órdenes de captura: 45
Casos vinculados a la banda: 40
Víctimas: 100*
*Dato aproximado.


LOS DOCE APÓSTOLES

Rosario Floridalma Mijangos García, colaboradora eficaz en dos casos vinculados al despojo de bienes, aseguró que las estructuras dedicadas a esta actividad cuentan con el apoyo jurídico de un grupo denominado “Los 12 Apóstoles”, un grupo de 12 notarios a quienes supuestamente acuden las estructuras criminales para que fraccionaran las escrituras de traspaso de las propiedades.

El Ministerio Público no brindó información sobre posibles investigaciones contra este grupo.

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