Javier Monterroso

A nadie le importa la corrupción en este país, el expresidente Portillo confiesa en un tribunal de Estados Unidos que recibió dinero de Taiwán siendo presidente para que votara a favor de este país en contra de China Popular, por este hecho que constituye un acto de corrupción es condenado a prisión, en cualquier país medianamente civilizado eso representaría su muerte política, pero en Guatemala los partidos de derecha y de izquierda se pelean porque sea su candidato a diputado, incluso conozco a políticos de quinta categoría que se dan baños de pureza diciendo que no fueron corruptos cuando ejercieron un cargo público, pero sueñan con que a través de Alfonso Portillo pudieran regresar a gozar de las mieles del poder, avalando con ello la corrupción.

Y es que todos los políticos saben perfectamente que a los votantes no les importa la corrupción, no les importa que más del treinta por ciento del presupuesto nacional se pierda en bolsillos de políticos y empresarios a través de contratos sobrevalorados, de obras con comisión, de plazas fantasma y otras prácticas antiéticas, los votantes lo que quieren es su bolsa, bono o el regalo que están pagando de su mismo dinero.

Tampoco a la Fiscal General y Jefa del Ministerio Público le importa la corrupción, finalmente se había logrado iniciar proceso penal contra Arnoldo Medrano el cacique de Chinautla por algunos de los innumerables actos de corrupción de los que se le señalan, y lo primero que hace la nueva Fiscal General es mandar a cerrar el caso, sin duda alguna esa misma suerte correrá el caso de la estafa de los Q82 millones de los fondos del Congreso que se esfumaron en las manos de la financiera MDF.

Tampoco a Naciones Unidas le importa la corrupción, el sistema de evaluación del cumplimiento de la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción es una farsa más del sistema y se presta a la negociación entre países, el famoso sistema funciona así: unos “expertos” de un país africano o europeo evalúan a Guatemala y dentro de un par de años un grupo de países (posiblemente Guatemala) los va a evaluar a ellos, así que casualmente todos salen bastante bien en el cumplimiento de la Convención.

Y a usted ¿Le importa la corrupción? ¿Le importa que los políticos y empresarios se repartan el dinero de sus impuestos? ¿Que sus hijos no tengan seguridad, salud, educación porque un grupo de inescrupulosos se queda con los recursos que deberían servir para contratar más policías, construir escuelas y hospitales? No, yo creo que a usted tampoco le importa la corrupción.

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