Por PETER ENAV,
JERUSALÉN
Agencia AP
Amnistía Internacional acusó el miércoles a Israel de cometer crímenes de guerra durante su ofensiva de este verano en Gaza, afirmando que mostró una «insensible indiferencia» en ataques sobre viviendas familiares en la populosa franja costera, que en algunos casos supusieron crímenes de guerra.
Más de 2.100 palestinos, la mayoría civiles, murieron en los 50 días de guerra, según autoridades palestinas y Naciones Unidas. Israel afirmó que el número de milicianos muertos fue mucho mayor y acusó a Hamas de emplear a los civiles como escudos humanos. Del lado israelí murieron 66 soldados y seis civiles.
En un informe presentado el miércoles, Amnistía dijo que «fuerzas israelíes mataron a decenas de civiles palestinos en ataques dirigidos contra casas llenas de familias, que en algunos casos supusieron crímenes de guerra».
El Ministerio de Exteriores de Israel rechazó las conclusiones del informe, señalando que Amnistía «ignora crímenes de guerra documentados realizados por Hamas».
«El informe no menciona la palabra terrorismo en relación a Hamas u otros grupos armados palestinos, ni menciona los túneles construidos por Hamas para infiltrarse en Israel y realizar ataques terroristas», alegó el Ministerio.
Israel lanzó la operación en Gaza a principios de junio en respuesta a un aumento en los ataques de cohetes de Hamas, el grupo islamista que gobierna en el enclave costero.
La operación siguió a una campaña de las fuerzas israelíes en Cisjordania, donde se arrestó a decenas de miembros de Hamas tras el secuestro y asesinato en junio de tres adolescentes israelíes a manos de milicianos de Hamas.
Varias semanas más tarde, extremistas judíos secuestraron y quemaron vivo a un adolescente palestino en Jerusalén Este en un aparente ataque de venganza.
Pero la guerra del verano fue el conflicto más grave entre ambas partes registrado en años.
«Las fuerzas israelíes han despreciado descaradamente las leyes de la guerra al realizar una serie de ataques contra viviendas civiles, mostrando una insensible indiferencia por la matanza causada», afirmó Philip Luther, director del programa de Amnistía Internacional en Oriente Medio y el Norte de África.
Durante los 50 días de combates, Hamas disparó miles de cohetes y morteros sobre ciudades y pueblos israelíes, incluyendo Tel Aviv, y empleó una sofisticada red de túneles para atacar campamentos militares israelíes en el sur del país, cerca de la frontera con Gaza. Algunos de los túneles también tenían salidas junto a comunidades civiles israelíes, lo que daba Hamas la capacidad de atacarlas también.
Por su parte, las fuerzas israelíes realizaron constantes ataques aéreos, de artillería y de infantería en Gaza, muchos de los cuales AI tachó de indiscriminados.
Israel dijo que su ejército fue tan cuidadoso como fue posible para evitar bajas civiles, y se refirió a su sistema de alertar a los civiles cuando era posible de que su edificio iba a ser atacado.
Además, culpó a Hamas de la alta cifra de bajas civiles, culpando al grupo armado de lanzar cohetes —y atraer represalias— desde patios de colegio, zonas residenciales y mezquitas.