Raymond J. Wennier
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Juan se levanta muy temprano para salir de casa y estar en la escuela antes de las siete treinta, cuando debe iniciar sus clases. No tuvo tiempo de comer mayor cosa en su casa antes de salir, pero tiene que iniciar la mañana escolar con hambre, esperando la hora de la refacción. Los primeros períodos de clase los pasa con hambre. La atención de Juan es menor de lo que podría ser si hubiera tenido un buen desayuno antes de iniciar su día escolar.

En una sesión con los maestros y directores, ganadores de Maestros y Directores 100 puntos, expresé que el ser premiados por sus acciones en, o fuera del aula, con los alumnos, les traía la responsabilidad de ser promotores de talleres, pláticas, seminarios y otras actividades para poner en práctica lo discutido y no solamente escuchar a quien habla, con compañeros maestros en sus escuelas sino también, como diría yo, en su “clúster”, sin esperar autorización de las autoridades departamentales del Mineduc. También esa responsabilidad conlleva seguir innovando en cuanto a proveer mejores oportunidades educativas a sus alumnos.

Recuerdo que en otros años, igual al pasado, se premió a maestros que diseñaron y realizaron proyectos de producción de alimentos con sus alumnos. Hubo suficiente producción para que cada alumno pudiera comer y también los miembros de su familia.

Para aprender del trabajo en grupo, esta vez sería trabajar el mismo “clúster” de escuelas en la producción de la propia comida para un buen desayuno en cada una de las escuelas que forman el clúster.

¿Qué beneficios trae desayunar bien, además de tener un estómago lleno que ayuda al cerebro a trabajar cuando recibe los nutrientes que necesita? Es ver el proceso del aprendizaje tal cual es, un proceso para lograr un objetivo. En este caso, producir su propia comida. ¿Qué más motivación quieren?

En tal proceso se enseñan las operaciones matemáticas de acuerdo al nivel de cada grupo y así sucesivamente con las otras materias académicas. La estrategia de usar “Cross currículum” permite la integración de las materias con objetivos que se apoyan unos en otros. Esa es la parte académica. Ahora veamos las habilidades netamente humanas que esta actividad proporciona en favor de una educación integral del alumno.

Todos los alumnos tendrán un propósito y un significado para crear una organización que facilite una buena comunicación mientras están en movimiento haciendo acciones de colaboración con otros grupos para lograr sus objetivos.

Un proyecto como éste, promueve la creatividad de qué comer y cómo prepararlo. Desde luego, para hacerlo hay que pensar. Eso es lo que queremos, que piensen y creen. Así utilizan las habilidades de pensamiento más complejas.

Muchas veces escucho a personas encargadas de hacer estas modificaciones, que NO se puede. Refuto su opinión. En primer lugar, no han probado hacerlo en más de veinte años. En segundo lugar, hace veinte y seis años, un grupo de maestros de un colegio privado, demostró cómo integrar todas las materias académicas alrededor de un tema y lo compartió, mediante cursillos, a más de mil maestros de escuelas públicas en el área metropolitana.

SÍ se puede, con voluntad, iniciativa y colaboración, este año debe darse a los alumnos un buen desayuno. Es tiempo de hacerlo ahora que se inicia el año escolar.

USTEDES MAESTROS SON ESENCIALES PARA ESTE CAMBIO.

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