POR REDACCIÓN LA HORA*
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El sábado 13 de enero, a las 10:00 horas los diputados del Congreso de la República se dispondrán a elegir a la Junta Directiva que encabece el trabajo legislativo para el resto del año; aunque pareciera un procedimiento de rutina que se realiza cada 12 meses en el poder encargado de legislar, en esta ocasión ha llamado más que en otras ocasiones la atención de varios sectores, la Embajada de Estados Unidos, entre otros actores.

Esto porque se ha considerado que 2018 será crucial para la lucha contra la corrupción e impunidad. A decir del investigador social, David Martínez Amador, la elección de un perfil no idóneo para presidir la Junta Directiva podría afectar la certeza para concertar una serie de reformas necesarias para el sistema, mientras otras voces recuerdan que cualquier cambio que se requiera para continuar avanzando en el combate anticorrupción en el país y en general, obligadamente pasan por el Congreso.

Aunque a finales de 2017, varios nombres como el de Javier Hernández, Francisco Tambriz o Álvaro Arzú Jr. sonaron como posibles candidatos para presidir la Junta Directiva del Congreso, 2018-2019, al menos las propuestas de Hernández y Arzú no se concretizaron dentro del hemiciclo parlamentario y Tambriz falló en el único intento que realizaron los diputados antes de finalizar el año para definir la JD.

En esa ocasión, fuentes cercanas a las negociaciones y la sociedad civil advirtieron que las propuestas surgían del denominado Pacto de Corruptos y que pretendían enviar un mensaje al Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), así como afectar los esfuerzos de ambas instituciones.

A unas horas de finalizar 2017, La Hora dio a conocer que, con el beneplácito del presidente, Jimmy Morales, la bancada oficial y al menos 70 diputados, el ungido para ser el próximo presidente del Congreso habría sido Manuel Conde, diputado del Partido de Avanzada Nacional (PAN).

Óscar Chinchilla, actual presidente del Congreso y los diputados Boris España y Julio Ixcamey, también han expresado su intención de dirigir el Legislativo en 2018.

En declaraciones concedidas ayer a La Hora, el embajador de Estados Unidos en Guatemala, Luis Arreaga, se pronunció sobre el proceso de elección de la Junta Directiva. El diplomático demandó acciones de quienes sean elegidos como autoridades del Legislativo para este año y explicó que, si el Congreso no apoya la lucha contra la corrupción, la cooperación de EE. UU. a Guatemala se verá afectada.

“Tenemos tantos programas que sería un poco difícil para mí predecir con anticipación, si nosotros no tenemos una Junta Directiva confiable desde el punto de vista de su compromiso de la lucha contra la corrupción e impunidad, esto podría afectar programas, es difícil predecir cuáles son los programas que afectaría y cómo. Lo que sí es claro es que una Junta Directiva que no lo demuestre con hechos, porque no solamente es de hablarlo, difícil para nosotros seguir adelante con algunos programas. El Congreso es una institución muy importante en Guatemala y como tal, nosotros la consideramos muestro socio en esta lucha”, señaló Arreaga en la nota publicada por este medio.

Para el profesor universitario e investigador social, David C. Martínez-Amador, aunque los montos de cooperación de Estados Unidos se han recortado para la región del Triángulo Norte en 2018, su apoyo financiero sigue siendo vital, así como su interés en la lucha contra la corrupción e impunidad y por eso recordó lo trascendental que resulta la elección del presidente del Congreso.

“Si se elige a un perfil que no crea en su médula y tuétanos que el proceso de combate a la impunidad es la única forma de sacar a este país del subdesarrollo, lo que se ha conseguido puede verse afectado y podría no haber certeza en producción de las reformas necesarias (como la reforma electoral). Puede parecer molesto el comentario del Embajador, pero, la clase política actual no se caracteriza en términos generales por ser responsable ni inteligente en la toma de decisiones”, explicó el entrevistado, quien también es miembro de la Red de Investigadores Sociales por la Paz y la Democracia “INSUMISOS” con sede en México.

VA MÁS ALLÁ DE LA ELECCIÓN

Para Martínez-Amador, el tema va más allá de la elección de quién presidirá el Congreso en 2018, recordó que son varias reformas que requiere el país y que es ineludible que pasen por el poder Legislativo y para ello la lucha anticorrupción requiere de una directiva que apoye e impulse esas temáticas.

“En primer lugar porque las tan necesarias reformas estructurales pasan (obviamente) por el Congreso. Si el nuevo presidente del Congreso no cree de forma personal que el país necesita reformar los mecanismos de financiamiento político para el proceso electoral o empoderar los mecanismos de transparencia existentes, se transformará entonces en un corcho que va a bloquear todo proceso”, destacó el investigador.

Por último, resaltó que el Congreso puede influir en otros procesos relativos al combate a la impunidad y corrupción y puso como uno de los temas más trascendentales en la materia durante el año para el Legislativo las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos.

“En las manos del actual Congreso está la enorme responsabilidad para aprobar las reglas que regirán los siguientes procesos electorales. De nada sirve depurar un sistema en lo judicial y en lo económico, si las reglas de elección priman el financiamiento privado y son laxas al financiamiento ilícito. La clase política no se renueva. Por eso es que el tema de financiamiento privado en campañas casi nadie lo quiere tocar. Si se modifica, se termina el negocio de incursionar en la política y se termina la posibilidad de incidir en la política por parte de actores externos. Si la reforma que se produzca no cambia estas condiciones, es perfectamente predecible que la siguiente legislatura o el siguiente presidente anule reformas, conmute sentencias, etc… Si tarde o temprano el experimento CICIG termina, pero las reglas electorales son las de siempre, de nada habrá servido la última década”, sentenció el entrevistado.

Además, mencionó que “si el Congreso actual y la nueva dirigencia no se muestran colaborativas, van a experimentar como dirían los estadounidenses, “a whole new ball game”. Esto significa, –la– cancelación de visas hacia actores políticos que se perciben hostiles a las reformas. (EE. UU. no debe dar razones para hacerlo). Si esto no es efectivo, entonces las sanciones Magnitsky son otro instrumento. Y en el peor escenario lanzar al escenario “el escándalo Odebrecht “sería la “opción nuclear” por parte de los poderes de tutela. El juego en este caso ya no es colaborativo sino suma cero”, advirtió el investigador social.

NO TODO PASA POR LA DIRECTIVA

Para el actual presidente del Congreso y aspirante a reelegirse, el diputado Óscar Chinchilla, el mensaje del embajador Arreaga ha sido claro y positivo, y aseguró que Guatemala necesita que se cambien las formas de conducirse de la clase política.

“Es un esfuerzo que se ha venido haciendo con el mayor aliado que ha sido el gobierno de Estados Unidos…”, indicó Chinchilla, quien mencionó como temas trascendentales para 2018 en el Congreso las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, la Ley de Bancos, entre otros.

Chinchilla también achacó que temas como esos no avanzarán en 2017, porque lo que se discute en la sesión de Jefes de Bloque no se refleja en el hemiciclo Legislativo.

Al referirse a los asuntos que centran la atención en el Congreso en 2018 y que incidirán en la lucha anticorrupción, argumentó que la Comisión Permanente convocó para que mañana se conforme la Comisión Postuladora para la selección de los candidatos a Fiscal General.

“Viene el tema de la Contraloría General de Cuentas que viene en agosto y que se hace a través del mismo proceso… es responsabilidad del Congreso de la República, son procesos importantes que van de la mano hacia la transparencia, hacia la fiscalización, a la rendición de cuentas, y también ojalá que podamos no solo elegir, sino reformar la Ley de la Contraloría General para evitar tanta discrecionalidad de auditores que andan por todo el país y cada uno tiene un criterio diferente”, comentó.

En cuanto a la elección de la Junta Directiva y su influencia en la lucha contra la corrupción, mencionó que se deben diferenciar bien los órganos dentro del Congreso de la República y que no solo es esta instancia de la cual depende el avance Legislativo.

“Mucho se habla y se confunde la instancia de Jefes de Bloque con la función del presidente del Congreso que nada tiene que ver, cuando se habla del liderazgo y la agenda política es en la instancia de Jefes de Bloque que son 15 jefes de Bloque, 15 subjefes y hay partidos de tres diputados que llegan los tres y llegan diputados independientes y ahí es donde se ha discutido todo el orden del día que lógicamente surge de una propuesta de la Junta Directiva, pero es también importante la elección de la Junta Directiva porque después del pleno es el órgano de mayor jerarquía dentro del Congreso de la República. Y hay que diferenciar cuáles son las atribuciones del presidente, porque aquí hablan de que el presidente… uno no puede ir agarrar a la fuerza a los diputados a votar”, argumentó Chinchilla.

UNA PROBLEMÁTICA DE ESTADO

Mientras que la diputada, Sandra Morán de la bancada Convergencia, recordó la importancia que tiene el mensaje del embajador Arreaga, por los diferentes ámbitos en los que Estados Unidos coopera con Guatemala, tanto en la lucha contra la corrupción, el Plan Alianza para la Prosperidad, así como las relaciones comerciales entre ambos países.

Para Morán, el mensaje es claro de la necesidad de una Junta Directiva que fortalezca la institucionalidad, la lucha por la transparencia y la justicia.

Sobre el papel que jugará el Congreso en 2018 en el tema de la lucha contra la corrupción y la transparencia, Morán dijo: “Las discusiones a las reformas a la Constitución podrían ser una forma de fortalecer la justicia, seguir discutiendo que otras leyes pueden generar mecanismos de probidad, pero también garantizar que vayan avanzando la agenda legislativa que permita… porque la lucha contra la corrupción e impunidad tiene que ver también con el bienestar de la población”, explicó.

La legisladora resaltó la importancia de la elección del presidente de la Junta Directiva y la incidencia de esa instancia en la lucha contra la impunidad en el país.

“Hay que recordar que es uno de los tres poderes del Estado, necesariamente los tres poderes del Estado deben estar enfocados en una lucha común en contra de la corrupción porque es la problemática del Estado de Guatemala”, argumentó.

Consultada la diputada, Nineth Montenegro de Encuentro por Guatemala, manifestó que es necesario que además de exponerse los candidatos a la Presidencia se debe poner atención también al resto de diputados que conformarán la Junta Directiva para que no sean figuras relacionadas a intereses oscuros o ilegítimos. “Deberían dar a conocer su planilla, todo ha sido de especulación”, agregó.

UN COMPROMISO DE TODOS

Javier Zepeda, director Ejecutivo de la Cámara de Industria de Guatemala, explicó que como sector privado el mensaje de Arreaga es adecuado, pues es necesario que tanto el Congreso como los demás sectores estén involucrados en la lucha contra la corrupción.

“Somos respetuosos de la opinión del señor embajador e indistintamente de que sea el embajador o no, nosotros también creemos que es importante que la Junta Directiva esté presidida por alguien que esté dispuesto y comprometido a luchar contra la corrupción como debemos estar todos los guatemaltecos”, declaró Zepeda.

Sobre los perfiles de las cuatro personas que se han mostrado abiertamente interesadas en presidir el Legislativo declaró que no tienen una opinión al respecto. “Es un tema sobre el cual se tendrá que hacer las negociaciones y diálogos”, aseguró.

Según el empresario, en este tipo de temas “siempre hay sorpresas”, por ese motivo, no se anticiparán respecto a esa elección.

Sin embargo, enfatizaron en que el mensaje enviado por el embajador no aplica solamente para los diputados del Congreso sino para el resto de sectores. “Todos los sectores y guatemaltecos deben estar comprometidos con la lucha contra la corrupción”, puntualizó.

HORAS DECISIVAS

En 2017, el actuar del Legislativo quedó marcado por el llamado “Pacto de Impunidad”, la unión entre particulares, algunos miembros cercanos al presidente Jimmy Morales y las bancadas aliadas al oficialismo, que trató de minar los esfuerzos del MP y la CICIG, blindó al mandatario de una investigación por financiamiento electoral ilícito y promovió las reformas al Código Penal que promovía impunidad, entre otras acciones.

Para Martínez-Amador, el mensaje de Arreaga no es solo para los diputados, tomando en cuenta la injerencia que ha tenido Morales en el Legislativo desde el Pacto de Corruptos.

“Sí, y no solamente a los diputados sino también al mismo presidente Morales –mensaje de Arreaga–. Si bien es un proceso que por separación de poderes no debiera meter al Ejecutivo, es cierto que el presidente Morales (un presidente que ha mostrado públicamente animadversión a la CICIG y a las reformas políticas estructurales) puede con mayor facilidad entorpecer los procesos necesarios si tiene un control de Congreso sintonizado en esta agenda”, puntualizó.

El sábado, los diputados han sido llamados para elegir a su Junta Directiva, lo que podría marcar un primer paso de hacia donde se moverá el Congreso en 2018.

*Este reportaje fue elaborado con aportes de los periodistas: Sonny Figueroa, Kimberly López y Douglas Gámez.

“Lo que sí es claro es que una Junta Directiva que no demuestre con hechos, porque no solamente es de hablarlo, va a ser muy difícil para nosotros seguir adelante con algunos programas”
Embajador de Estados Unidos, Luis Arreag.

“Si el nuevo presidente del Congreso no cree de forma personal que el país necesita reformar los mecanismos de financiamiento político para el proceso electoral o empoderar los mecanismos de transparencia existentes, se transformará entonces en un corcho que va a bloquear todo proceso”.
Profesor y politólogo, David Martínez-Amador.

“Hay que diferenciar cuáles son las atribuciones del presidente, porque aquí hablan de que el presidente… uno no puede ir agarrar a la fuerza a los diputados a votar”
Presidente del Congreso, Óscar Chinchilla

“Hay que recordar que es uno de los tres poderes del Estado, necesariamente los tres poderes del Estados deben estar enfocados en una lucha común en contra de la corrupción porque es la problemática del Estado de Guatemala”
Diputada de Convergencia, Sandra Morán

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