POR CLAUDIA PALACIOS
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Cuatro testigos han reconocido ante el Tribunal B de Mayor Riesgo que el exjefe del Comando 6 de la Policía Nacional, Pedro García Arredondo, quien enfrenta juicio por la muerte de 37 personas durante la quema de la embajada de España en 1980, se encontraba en las inmediaciones del lugar durante la tragedia.

Francisco Monterroso, exdetective de la extinta Policía Nacional (PN) relató ante el Tribunal B de Mayor Riesgo que el 31 de enero de 1980 fue enviado como observador por esta institución a la embajada de España, donde aseguró haber visto a varios cuerpos de seguridad, entre ellos al Comando 6 de la PN, formando un cerco alrededor del lugar para evitar que la Cruz Roja y los Bomberos pudieran ayudar a las personas que se calcinaban en el edificio luego de una explosión que inició en la oficina del entonces embajador Máximo Cajal.

Monterroso también aseguró que vio a García Arredondo en las inmediaciones del edificio y que era él quien estaba “al frente” de los cuerpos policiales, girando órdenes para evitar que la ayuda llegara a las víctimas. El testigo dijo temer por su vida luego de dichas declaraciones.

Víctor Ferriño Figueroa, quien en el momento de la tragedia era dirigente estudiantil de la Universidad San Carlos de Guatemala, reconoció al exjefe del Comando 6 en el lugar de la tragedia y también lo identificó en la emboscada contra un grupo de estudiantes en las cercanías de Paraninfo universitario, hecho en el que murieron dos universitarios y por el cual también enfrenta juicio García Arredondo.

Ferriño Figueroa descartó la hipótesis de que los ocupantes se inmolaron dentro del edificio y aseguró que durante la quema de la embajada vio cómo un policía a quien describió como “bajo y gordo” cargaba lo que luego reconoció como un lanzallamas en dirección a la sede diplomática. Además, agregó que al día siguiente, cuando junto a otras personas fueron a sacar los cuerpos de las víctimas para darles sepultura, observaron que los pies de los cadáveres no tenían quemaduras como las del resto del cuerpo y que todos parecían estar “petrificados” viendo al frente del despacho del embajador.

De acuerdo con el testigo, el informe de la Guardia Nacional española y del Estado Mayor del Ejército coinciden en señalar que la explosión que inició el fuego se pudo haber debido a un tipo de gas, llamado “inerte” que genera parálisis.

Además de los testigos que brindaron su declaración hoy, otras dos personas más han apoyado la acusación del Ministerio Público, que señala que García Arredondo estaba entre los testigos de la quema de la embajada y que desde afuera ordenaba a las fuerzas de seguridad a su mando.


CASO EMBLEMÁTICO

Según los denunciantes, el 31 de enero de 1980 fuerzas de seguridad del Estado ingresaron a las instalaciones de la embajada de España con el objetivo de desalojar a campesinos y estudiantes que habían ocupado la sede diplomática en señal de protesta por las masacres y abusos cometidos por el Ejército en el Quiché.

De acuerdo con los testigos, el fuego inició a partir de una explosión en la oficina del embajador español, Máximo Cajal. Hasta la fecha no se ha podido comprobar cómo y quién inició el incendio que acabó con el edificio y terminó con la vida de 37 personas.

Pedro García Arredondo es el único procesado por los hechos. Al acusado se le imputan los delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa y delitos contra los deberes de humanidad.

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