Fernando Mollinedo C.
Que Guatemala lamentablemente sea un país del tercer, cuarto o quinto mundo no lo dudo, dependiendo de lo que se trate y diga al respecto de los problemas nacionales que las autoridades deberían resolver, porque para eso se les paga magníficos sueldos.
Que sean ineptos, corruptos, insensibles, insensatos, prepotentes, abusivos y maleducados con el público usuario ya es otro asunto; que se crean “la pata del rey, los elegidos de Dios, quienes todo lo saben y pueden, ordenan estupideces, pero ordenan y de esa forma satisfacen su ego” son casi la mayoría.
¿Y qué decir de quienes les sirven adoptando una actitud de lacayos, ya sean militares o civiles, profesionales o incultos, lambiscones o personas serias? ¡QUÉ TRISTEZA! ver la forma en que pierden su dignidad de personas y se conducen en forma brutal y hasta despiadada con los usuarios de los servicios públicos para quedar bien con sus amos temporales. Lástima por ellos.
El Aeropuerto Internacional “La Aurora” denominado “Terminal Aérea” es el vivo ejemplo de la falta de cultura, educación, buen trato, sociabilidad, cortesía, amabilidad, atención, delicadeza, distinción y elegancia que se le DEBE DISPENSAR A LOS USUARIOS que vienen, van y a quienes despiden o esperan a familiares, amigos y personas de negocios que hacen uso de tales instalaciones.
VERGÜENZA NACIONAL causa que un elefante blanco se comporte como hormiga, porque los servicios sanitarios no tienen suficiente atención higiénica (papel sanitario y papel toalla), existen goteras cuando llueve, el ambiente no está climatizado para verano o para los días de frío, no funcionan las escaleras eléctricas, las personas que esperan a los viajeros deben soportar “en la calle” de pie o sentadas en el suelo durante varias horas las inclemencias del tiempo. ¡QUÉ BARBARIDAD!
¿De qué sirve la falsa “autocertificación” que se recetaron las autoridades del aeropuerto si EL SERVICIO HUMANO SIGUE SIENDO PÉSIMO? La falta de respeto hacia los usuarios es motivo de comentarios negativos dentro y fuera del país, el público también merece respeto y atención, pues no tienen acceso a servicios sanitarios, ni a un chorrito de agua para saciar su sed, EL AEROPUERTO DEBE HUMANIZARSE EN TODO ASPECTO y para ello es IMPRESCINDIBLE que el PROCURADOR DE LOS DERECHOS HUMANOS se preocupe por hacer valer los derechos fundamentales de quienes viajan, esperan y transitan por las instalaciones y servicios a los que tienen derecho de usar.
La fotografía publicada en primera plana por elPeriódico el día sábado recién pasado (16 de diciembre de 2017) muestra con toda crudeza la inhumana realidad sufrida por parte de los usuarios niños, ancianos y adultos quienes de forma abnegada y estoica hacen milagros para no satisfacer sus necesidades fisiológicas más ingentes, pues no hay donde poder satisfacerlas. Es necesario construir comodidades para el público usuario.
La población exige: EL CUMPLIMIENTO DE LOS ARTÍCULOS 274 Y 275 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA, porque para eso se le está pagando un buen sueldo; es urgente que intervenga al respecto pues esa es su obligación.