Javier Estrada Tobar
jestrada@lahora.com.gt
La primera lección que recibí de comunicación política fue clara: Nunca se improvisa. Sin embargo, eso es justamente lo que pasa en Guatemala, y la semana pasada los ejemplos de este error corrieron por cuenta del Partido Patriota.
El alcalde Otto Pérez Leal fue consultado por un periodista sobre la participación de trabajadores de la Municipalidad de Mixco en una protesta que se tornó violenta, afuera del Congreso, el pasado 21 de octubre.
Aunque Pérez Leal, hijo del Presidente, evadió su responsabilidad asegurando que los trabajadores obraron de forma independiente porque estaban de vacaciones, “su cuerpo” aceptó la culpa de los incidentes.
En un vídeo se ve al alcalde con los hombros encogidos, la mirada perdida con dirección al suelo y la voz baja. Con el lenguaje corporal, Pérez Leal le dijo a los televidentes: “Sí, yo tuve la culpa de los incidentes”, aunque con su discurso mal preparado intentaba evadir la responsabilidad.
Fue evidente que el hijo del Presidente no se preparó bien para conceder la entrevista al periodista, y que al momento de hablar no tuvo a la mano un discurso bien estructurado, lo que dejaría una mala impresión para los televidentes.
Días después, durante el clásico español de La Liga, Soy 502 sacó a luz la improvisación del community manager de Alejandro Sinibaldi, aspirante a la Presidencia por el Partido Patriota.
En la cuenta de Instagram, asociada a otras redes sociales se publicó una foto de Sinibaldi con sus hijos en el Camp Nou, el mítico estadio de Barcelona, lo que generó reaccione de rechazo por parte de su seguidores, quienes señalaron como impropio el alarde que hizo el exfuncionario de su viaje familiar a España.
El equipo de Sinibaldi intentó enmendar el error, pero hundieron más al exministro de Comunicaciones cuando indicaron que la fotografía no era reciente, pese a que había evidencias para demostrar lo contrario.
Sentido común, preparación y análisis, son algunas de las claves esenciales en comunicación política que, a todas luces, no existen en los equipos del Partido Patriota.
¿Es algo extraño? No lo creo. La improvisación en la comunicación política es un problema de muchos en Guatemala, que se refleja también en los planes de comunicación institucional, y en general en la dirección de las instituciones públicas.
En la comunicación política las víctimas de la improvisación son los alcaldes, candidatos y autoridades que no cuentan con una buena asesoría, y que pierden capital político o desgastan su imagen con cada error que cometen.
Sin embargo, cuando se trata de una institución pública, la improvisación le pasa una costosa factura a los ciudadanos, que se ven afectados por los servicios deficientes y de mala calidad.
Deberíamos aprovechar los errores de los aspirantes a cargos públicos para conocerlos como realmente son y a la vez, exigir responsabilidad para el manejo de las instituciones que se financian con los recursos del pueblo.
No podemos tolerar ser víctimas de personas poco preparadas y de equipos de trabajo que no pueden hacer bien su trabajo, y por eso cada día crece más la necesidad de ser exigentes con el servicio civil.