POR MARIELA CASTAÑÓN
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El pasado fin de semana la Policía Nacional Civil (PNC) capturó a nueve personas adultas y remitió a tres adolescentes a un juzgado de menores en conflicto con la ley penal, también decomisó armamento que serviría para atentar contra el Sistema Penitenciario (SP). Las acciones policiales habrían frustrado los atentados que provenían desde las cárceles El Infiernito y el Centro de Detención Preventiva para Hombres de la zona 18, donde están recluidos líderes y miembros del “Barrio 18”.

Rony Espinoza, subdirector general de operaciones de la institución policial, explicó que en las diligencias donde también se incautaron cinco fusiles, una subametralladora, una pistola, chalecos antibalas y municiones de diferentes calibres, se evitaron los hechos de violencia.

El Subdirector agregó que las personas detenidas eran integrantes del Barrio 18, por lo que se determinó que los intentos de atentados estaban dirigidos por líderes de pandillas, quienes se encuentran recluidos en el Sector 11 del Preventivo de la zona 18 y en El Infiernito, en Escuintla.

“La mayoría de los capturados, puestos a disposición de los Tribunales, son miembros de la pandilla del Barrio 18. –Los líderes de esa estructura– están concentrados en el Sector 11 y El Infiernito, como le denominamos nosotros. De ahí vienen dirigidos esos ataques”, indicó Espinoza.

De acuerdo con el entrevistado, trabajan interinstitucionalmente con el SP, la Subdirección General de Investigación Criminal (SGIC), las Fuerzas Especiales, las unidades de inteligencia policial y las Comisarías, para realizar requisas y evitar hechos de violencia.

PERSONAL EN ALERTA

El pasado viernes trascendió información de un supuesto motín en la cárcel El Infiernito, sin embargo, posteriormente se conoció que la situación había sido controlada.

Mientras tanto, trabajadores penitenciarios recibieron la instrucción de mantenerse en alerta, por las advertencias de pandilleros de atentar contra personal y vehículos de esa institución.

Las reacciones de las estructuras delictivas se originaron luego de las requisas efectuadas en las referidas prisiones el 18 de noviembre, cuando las autoridades les decomisaron teléfonos y armas.

Las verificaciones se efectuaron por los atentados ocurridos el 10 de noviembre contra trabajadores de la empresa de telefonía Movistar. En esos hechos de violencia murieron cuatro personas en las zonas 18, 19 y 10 de la capital. La intención era extorsionar a esa compañía.

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