Ithaca (EEUU)
Agencia (dpa)
Unos sensores cosidos a la ropa podrían controlar permanentemente el pulso o la tensión arterial en el futuro, según la técnica presentada en la revista especializada Nartural Electronics por un equipo de la Universidad de Cornell en Ithaca (Estados Unidos).
El equipo de Xiaonan Hui utiliza para ello chips RFID, que ya se utilizan en muchos otros sectores, y que no se verán dañados cuando se laven las prendas.
La nueva técnica podría utilizarse en hospitales o residencias de ancianos, en cuyas habitaciones habría que instalar antenas para recibir las señales de los chips. «Nuestro sistema es capaz de controlar los valores de varias personas a la vez», aseguran los investigadores.
Los circuitos integrados podrían incorporarse al bolsillo de una camisa, por ejemplo, para medir la frecuencia respiratoria o la frecuencia cardiaca. Con otro chip incluido en el puño de una prenda se podría controlar el pulso y la combinación de ambos sensores permitiría estimar la tensión arterial.
Según los investigadores, los aparatos de medición tradicionales son incómodos, dificultan el sueño y la libertad de movimiento de los pacientes, mientras que su opción es discreta y comparativamente asequible.
«Si se invierte en su desarrollo tiene potencial», opinó el físico Wilhelm Stork, del Instituto de Tecnología de Karlsruhe (Alemania). Stork no participó en este estudio pero investiga en opciones similares.
Los defensores de la protección de datos ven con escepticismo que cada vez se midan más datos biológicos de personas enfermas y sanas. Lo importante es que los afectados sepan que sus constantes vitales están siendo controladas, apunta Andreas Lob-Hüdepohl, experto en ética y teología de la Universidad Católica de Berlín. En los asilos, por ejemplo, no deberían recopilarse datos sin consentimiento.
Tampoco está claro todavía el nivel de fiabilidad de los microchips, ya que hasta ahora sólo se probaron en algunas personas.
Según Stork, este tipo de técnicas podría tener otras aplicaciones, por ejemplo en la industria automovilística. Si la computadora de a bordo de un vehículo es capaz de determinar el grado de atención del conductor, puede alertarle en caso de cansancio y evitar accidentes.