FORT KENT,
Agencia AP
La policía local vigila la casa donde la enfermera Kaci Hickox se encuentra en cuarentena voluntaria, agregó LePage, para asegurar su protección y la seguridad de la comunidad.
Hickox dijo a dos programas de televisión que ha respetado la cuarentena voluntaria y que no tuvo contacto con nadie el martes y tampoco lo tendrá hoy, pero que no piensa seguir cooperando después de eso.
«No pienso seguir las directrices», dijo Hickox en «Today». «Sigo horrorizada por estas políticas de cuarentena domiciliaria que me han sido impuestas por obligación aunque estoy perfectamente sana».
Su abogado dijo a The Associated Press que Hickox no está dispuesta a cooperar a menos que el estado levante «todas o la mayoría de las restricciones», lo que LePage consideró decepcionante.
«Esperábamos que la trabajadora sanitaria cumpliera voluntariamente con los protocolos pero este individuo ha dicho públicamente que no los respetará», expresó LePage en un comunicado. «Estamos muy preocupados por su seguridad y la salud de esa comunidad».
Hickox, que viajó como voluntaria con Médicos Sin Fronteras, fue la primera persona afectada por la cuarentena obligatoria impuesta por Nueva Jersey para pasajeros que lleguen al aeropuerto internacional Liberty de Newark procedentes de los tres países de África (Liberia, Guinea y Sierra Leona) más afectados por la enfermedad.
La enfermera, que pasó el fin de semana asilada en una tienda de campaña, dijo que nunca había tenido síntomas de ébola y que había dado negativo en un examen preliminar, y los gobernadores de Nueva Jersey, Chris Christie, y Nueva York, Andrew Cuomo, recibieron duras críticas por imponer los aislamientos obligatorios.