Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt

A principios de este año estábamos a punto de realizar una fuerte inversión para aumentar la planta de producción con la idea de expandir operaciones en el mercado de las impresiones. En una reunión del Consejo de Administración ponderamos las ventajas que ello tendría no sólo comercialmente, sino también desde el punto de vista de La Hora con nuestro proyecto departamental que ya estaba en estudio.

Yo estaba entusiasmado con la idea porque las artes gráficas fueron, desde mi niñez, un campo que me atrajo y en el que me he metido para conocer las distintas tecnologías para imprimir papel. Sin embargo, la observación del mercado mundial me hizo formular una propuesta para que fuera analizada y estudiada por los miembros del Consejo y el resto de los socios. Les decía yo que el futuro de cualquier negocio de prensa está íntimamente ligado con las nuevas tecnologías que permiten la inmediatez. Cierto es que el crecimiento de las redes sociales hace que las personas puedan conocer las noticias por muy distintas fuentes, pero siempre se impone y se impondrá la seriedad de los medios que asumen la responsabilidad de lo que publican, especialmente ahora que se propagan tantos rumores, bolas y hasta infundios a través de esas redes de explosiva difusión.

En esa línea, terminamos tomando la decisión de apostarle a la tecnología digital y nos propusimos, en marzo de este año, crear la más moderna y eficiente plataforma para llegar a nuestros lectores no sólo con una buena edición impresa, sino también por medio de internet y explotando las crecientes facilidades de comunicación.

Uno de los socios nos recomendó a un grupo de jóvenes ingenieros y diseñadores que recién habían formado una empresa en Guatemala llamada So Mad Technologie. La primera reunión sirvió para evaluarnos mutuamente y confieso que la extraordinaria juventud de los empresarios me puso a pensar, pero obviamente por el campo en el que queríamos incursionar no se podía esperar otra cosa. Viendo el trabajo que habían realizado para importantes clientes en Guatemala y su visión de lo que podía hacerse, decidimos trabajar con ellos y de esa cuenta hace algunos meses lanzamos nuestro nuevo sitio de Internet y esta semana en las tiendas Apple y Google están disponibles para descargas gratuitas las aplicaciones de La Hora para teléfonos inteligentes y tabletas, en una innovación que nos coloca a la vanguardia entre los medios de comunicación impresos en Guatemala.

Tenemos una ventaja importante y es que fieles lectores de muchos años mantienen sus suscripciones a la edición impresa y eso nos ofrece una sólida base para lanzarnos al mercado joven de los internautas, de quienes dominan el uso de aplicaciones o programas de internet como el nuevo de lahora.gt.

Al frente de todo esto ha estado Pedro Pablo Marroquín, el menor de mis hijos, quien multiplica su tiempo para atender el bufete que tienen con su hermana y para dirigir a una Redacción joven que se siente motivada por la forma en que los coordinan tanto Pedro como Javier Estrada.

Me imagino a mi abuelo y mi padre viendo el trabajo de quien se perfila, a mi juicio, como un gran periodista y empresario, proyectando la mística que tuvieron a horizontes inimaginables para ellos y estoy seguro que sienten la misma satisfacción que yo.

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