Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Ubaldo Ramírez tenía 14 años cuando dejó el municipio de Cajolá, en Quetzaltenango y lo hizo con el sueño de mejorar las condiciones de vida de su familia, cuyos miembros no tenían oportunidades en salud y educación. Hoy es parte del equipo que conforma La Red Kat que integra a personas retornadas y deportadas de los Estados Unidos.

En entrevista para La Hora Voz del Migrante, el guatemalteco que también participó en la Cumbre de Migrantes y Retornados, relató que cuando migró, cruzar el desierto no era tan duro como ahora, por lo que su viaje para llegar a EE. UU. fue de unos tres días.

No obstante llegar a un país extraño, fue una experiencia difícil sobre todo en el tema de la comunicación porque nació en un área rural y sólo sabía hablar canjobal, y apenas un poco español e inglés.

“Los mismos latinos te discriminan porque no sabes hablar bien español y mucho menos inglés, entonces me costó encontrar un trabajo… fue difícil”, relató.

Por esas ansias de superarse, el entrevistado decidió aprender más idiomas para poder defenderse y encontrar un trabajo.

Estar lejos de su familia fue lo más duro que enfrentó. Su visión es que la experiencia que se vive es muy diferente a la realidad que le pintan, porque la vida del migrante es difícil.

Por la edad a la que llegó a EE. UU., le resultó complicado conseguir un empleo, “mi primer trabajo fue como lavaplatos… ya después me metí a estudiar inglés me gradué y me tiré al High School, ya me sentía mejor, y ya dominando el inglés… mi sueño era estudiar medicina, pero no me dejaron porque no tenía papeles” recordó.

Su idea era graduarse de médico y retornar a su municipio para ayudar a niños que necesitan apoyo, pero lamentablemente por la falta de documentación legal en ese país no pudo cumplir su propósito.

Al saber que no podía cumplir esa meta, decidió ahorrar dinero y regresar a su comunidad para poder abrir un negocio y así dar una oportunidad de empleo a sus vecinos. Pero reconoce que volver a la comunidad después de un largo período es complicado porque los ven como extraño.

TRAS SER DEPORTADO SE UNE A LA RED KAT

Ramírez retornó y abrió un negocio de consumo diario y otro de venta de celulares, pero ninguno de los dos se logró mantener y debió cerrarlos porque se quedó sin trabajo y sin recursos económicos, por lo que la única salida que encontró fue migrar nuevamente, aunque no lo logró porque fue deportado de México.

En ese momento conoció a Willy Barreno de la Red Kat, quien le propuso unirse y encontrar el sueño guatemalteco y así no arriesgarse a salir del país nuevamente.

“Trato de compartir mi experiencia de que Estados Unidos no es como lo pintan, es otra realidad, entonces eso estamos tratando de hacer”, indicó.

Asegura que toda esa experiencia es un reto porque significa ir aprendiendo y ese mismo esfuerzo es que lo llevó a estudiar una licenciatura en economía que actualmente cursa en la Universidad.

Señala que con esfuerzo se ha logrado crear conciencia y la organización a la que pertenece le ha permitido que se superen y se dan ánimos entre todos.

“La organización está conformada por retornados, deportados, y excombatientes… antes no sabía que había personas que están trabajando en esto porque sólo me mantenía en mi comunidad y no conocía nada, y estando en la ciudad me ha permitido conocer más”, destacó.

Ramírez está consciente en que no es posible pedir a las personas que no viajen de manera indocumentada a EE. UU., porque la migración se origina por la falta de oportunidades pero cree que es importante que se apoye a las personas para que se puedan superar con educación.

“Trato de compartir mi experiencia de que Estados Unidos no es como lo pintan, es otra realidad, entonces eso estamos tratando de hacer”.
“La organización está conformada por retornados, deportados, y excombatientes… antes no sabía que había personas que están trabajando en esto porque sólo me mantenía en mi comunidad y no conocía nada, y estando en la ciudad me ha permitido conocer más”.
UBALDO RAMÍREZ

Artículo anteriorFAO apoya a pequeños productores en Huehuetenango para evitar migración
Artículo siguienteRomeo Ramírez: Agricultores necesitan de más apoyo